La última oferta del PSG: 100 millones o la prueba del algodón del verdadero deseo de Mbappé
Se acerca la resolución del próximo destino del jugador francés y el jeque vuelve a abrir el grifo en una puja sin límites
Son ya casi incontables las supuestas ofertas que el Paris Saint-Germain ha hecho a su estrella Kylian Mbappé en los últimos años para tratar de contrarrestar cada rumor sobre su inminente llegada al Real Madrid. La existencia de un contrato, una sucesión de cláusulas desorbitantes y una orgullosa negativa inicial y atávica mantuvieron al jugador parisino en el Parque de los Príncipes. Unos «recursos» que ya se han agotado para los poderosos propietarios del club francés.
Tercer grado
Pero el PSG abre el grifo inagotable en un empecinamiento que parece inamovible por encima de todo, incluidas las reglas de juego, saltadas desde hace tiempo, y los deseos del propio jugador. Ni siquiera parece haber tercer grado futbolístico, como el penitenciario, para los jugadores del equipo cuyo símbolo es la torre Eiffel, la antigua demostración del poderío industrial francés.
La última demostración del poderío económico catarí es la última oferta hecha a Mbappé por el club presidido por Nasser Al-Khelaifi (100 millones brutos), que en los últimos tiempos parece muy enfadado con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. La última comida en París, con motivo del enfrentamiento entre los dos equipos en los octavos de final de la Copa de Europa, dejó constancia de la realidad de la tensión actual de los dos dirigentes, lo que quizá invita más a pensar que el jugador en cuestión ya ha tomado una decisión definitiva y contraria a los deseos orientales.
Subasta sin objeto
Unos deseos que deben ser satisfechos por encima de toda consideración si se atiende a la cascada de ofrecimientos monetarios que fluyen sin cesar, a pesar de las sucesivas negativas del interesado. El dinero sigue corriendo desde el Golfo Pérsico sin límites. En lo que ya podría ser una subasta sin objeto y con un único postor implacable y solo, con el amor perdido o simplemente superado por el amor a otro, de su futbolista más preciado.