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Gio Queiroz, en un partido de la temporada 2020/21FC Barcelona

Una jugadora del Barça denuncia «abuso y violencia psicológica» en el equipo femenino

La brasileña Gio Queiroz, cedida en el Levante, ha escrito una carta a Joan Laporta en la que dice haber sido víctima de un confinamiento ilegal: «El hecho de ser menor no les pareció un impedimento»

La futbolista Gio Queiroz, de nacionalidad brasileña y actual integrante del Levante, ha denunciado «prácticas abusivas» en el equipo femenino del FC Barcelona. La jugadora asegura que en 2021 fue sometida «a un confinamiento ilegal por parte de la jefe de los servicios médicos del club».

En una carta abierta al presidente de Joan Laporta, Gio Queiroz asegura que la actitud del club hacia su persona cambió de manera notable cuando fue convocada por primera vez por la selección brasileña: «A partir de ese momento comencé a recibir un trato distinto dentro del club», asegura en la misiva.

«Primero recibí indicaciones de que jugar con la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro dentro del club. A pesar del desagradable y persistente acoso, no le di mucha importancia y atención al asunto», prosigue la carta. «Con el tiempo, las embestidas comenzaron a realizarse a través de otros mecanismos de presión dentro y fuera del club. Me estaban acorralando de una manera abusiva (...). En febrero de 2021 fui sometida a un confinamiento ilegal por parte de la jefe de los servicios médicos del club. Ella afirmó que sería un contacto estrecho de un caso positivo de COVID. Desde el principio yo intuía que los verdaderos motivos del confinamiento eran otros».

Gio asegura que en ese momento contactó con las autoridades sanitarias y que desde Salud de Cataluña le respondieron que en ningún caso su situación debía recibir tratamiento de contacto estrecho.

«Era menor»

«Al final me encerraron ilegalmente y no puede salir de casa», resume la futbolista, quien asegura que el club la acusó de indisciplina cuando terminó dicho confinamiento. «Entré en pánico. Temí por mi futuro. Había participado en las campañas de la Fundación Barça para la aprobación de la Ley de protección de menores contra la violencia y, al mismo tiempo, dentro del club, yo estaba completamente desprotegida».

«El hecho de ser menor de edad no parece haber sido un impedimento, un dilema moral para mi agresor (...). Con el paso del tiempo, el abuso y violencia psicológica se hicieron más intensos y destructivos», denuncia.

Finalmente, y pese a la dureza de la carta, Gio exime al club de responsabilidad. «El FC Barcelona no es responsable directo de las conductas abusivas denunciadas. El club debe ser responsable de velar por la integridad física, mental, psíquica y moral frente a cualquier forma de violencia (...). Espero que el FC Barcelona cumpla con su papel institucional y actúe de manera consecuente y transparente, investigando y denunciando los posibles delitos a las autoridades pertinentes».