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Carlo Ancelotti el pasado martes en el Etihad Stadium de ManchesterAFP

Un Real Madrid de reparto para un Espanyol amigo

En el ínterin de la eliminatoria contra el Manchester City, que se decide el próximo miércoles en el Bernabéu, Ancelotti puede salir el sábado con un «once» inédito

Con quince puntos de ventaja en la clasificación de la Liga sobre el Barcelona y el Sevilla, el Real Madrid solo necesita uno más para proclamarse campeón. Falta estampar la firma, ni siquiera eso: casi solo la raya que subraya el nombre, a falta de cinco partidos por disputarse. El sábado recibe la visita de un Espanyol «amigo» que está a solo ocho puntos del descenso.

Pensar en el City

El Madrid no se deja ganar nunca, pero lo que tiene que perder es muchísimo mayor el miércoles que el sábado: lo que podría ser una derrota intrascendente con cuatro nuevas oportunidades para sumar lo que resta para certificar el trigésimo quinto título nacional. Por ello se prevé el fin de semana que Ancelotti despliegue sobre el Bernabéu un «once» de secundarios que reserve a los protagonistas elegidos para intentar la penúltima gesta europea, la enésima de la temporada.

Isco conduce el balón en San MamésGTRES

El Real Madrid no necesita correr ningún riesgo más allá de las posibles pruebas que desee hacer su técnico con las miras puestas en el encuentro definitivo con el Manchester City la próxima semana. Es también una oportunidad para ver en acción a esos actores de reparto que pudieran eventualmente necesitarse en el incierto segundo partido ante los de Guardiola.

La posibilidad de reserva en el Madrid en el estertor de la temporada puede ser un factor definitivo

Los de Manchester disponen aún, como el Madrid, de siete días (con la importante diferencia de que no pueden reservarse porque se juegan el campeonato liguero con el Liverpool) para recuperarse de una victoria (parece mentira) que pareció una terrible derrota. La posibilidad de reserva en el Madrid (y del consiguiente descanso) en el estertor de la temporada puede ser un factor definitivo que ha de jugarse con la absoluta listeza que ya han demostrado poseer los blancos.

Gareth Bale en el partido contra el Villarreal el pasado febreroGTRES

Desde el propio entrenador, a pesar (o a propósito) de las críticas por la insistencia en un equipo fijo, hasta los jugadores han sabido gestionar su propio estado físico para no caer en el pozo de una lesión larga. Los casos de Benzema o Alaba autodescartándose con visión en los sucesivos y pequeños problemas que han tenido en los últimos tiempos pueden haber salvado perfectamente el viaje de un Madrid corto de efectivos que, sin embargo, casi ya ha resistido hasta el final.

La 'pre-final'

El propio Real Madrid se ha ido poniendo entre algodones con prudencia inusitada para llegar a una meta que está próxima y que demuestra su criterio. El criterio por el que ahora dispone de una semana para prepararse para la pre-final (en el caso de que consiga ganarla) mientras se guardan las ausencias de las estrellas para que salgan los que alguna vez lo fueron y den su último (o penúltimo) gran servicio al equipo.