Éxtasis en el Bernabéu para celebrar el fin de fiesta de una temporada histórica
Los blancos culminaron en su estadio la celebración de un año para no olvidar tras conseguir un triplete: Supercopa, Liga y Champions. Marcelo se despidió del Bernabéu y Ancelotti volvió a cantar el himno ocho años después
El Estadio Santiago Bernabéu fue la última parada de una celebración que comenzó a las 18 horas. Tras La Almudena, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, y, sobre todo, tras la Cibeles, la afición pudo ver de cerca a sus héroes. Sin embargo, quedaba el colofón: 60.000 almas madridistas poblaron un estadio que no dejaron de cantar y animar desde que los jugadores hicieron acto de presencia.
Como en 2017, el Real Madrid celebró un doblete que pasará a la historia: una Liga ganada con cuatro jornadas de adelanto y la Champions de la épica y de las remontadas imposibles. Una orejona conseguida gracias a la unión de una plantilla que superó, probablemente, el camino más difícil de las últimas décadas: PSG, Chelsea, City y Liverpool.
El estadio blanco acogió en una ceremonia de luz, color y muchísimos decibelios a los reyes de Europa.
Presentados de uno en uno, todos los integrantes de la plantilla recibieron el calor de una afición entregada a los suyos. Mención aparte merece el baile de un Vinicius, que cada día se siente más cómodo en un estadio que lo idolatra, Gareth Bale, que recibió el indulto del coliseo madridista, y, por supuesto, los cuatro capitanes: Marcelo, Benzema, Modric y Nacho.
El brasileño portaba la copa con la misma fuerza que sus lágrimas inundaban su rostro. Marcelo se arrodilló ante un césped que lo vio crecer como futbolista y ante una afición que lo idolatra. El brasileño, muy emocionado, subió al escenario, donde todos sus compañeros lo abrazaron ante su desconsuelo.
Marcelo: «Cierro un ciclo en el mejor club del mundo»
El brasileño verbalizó su fin de ciclo en Chamartín, pero aseguró no ser un día triste y avisó del futuro que le espera al Real Madrid: «El futuro del Real Madrid está muy bien en manos de los jóvenes».
Ancelotti y el empuje del Bernabéu
El italiano reconoció el apoyo de la grada durante todo el año y, especialmente, en las remontadas del conjunto blanco: «Gracias al empuje de este estadio, lo hemos pasado muy bien. Somos madridistas, como vosotros». Además, Carletto se arrancó a cantar, como hace ocho años, el himno de la Décima, dejando otro de los momentos de la noche.
Como colofón a una noche histórica, los jugadores dieron varias vueltas de honor al estadio para ver más cerca la emoción en los rostros de los miles de madridistas que, con sus sonrisas y aplausos, les daban las gracias por una temporada para el recuerdo. Alaba cumplió con su rito de levantar la silla, algo que se ha convertido en una de las costumbres del madridismo.
El fin de fiesta terminó como empezó: con todo el grupo unido. Ese es el secreto del Real Madrid, la unión de un grupo de veteranos que le dieron el relevo a una generación de jóvenes promesas, que dejaron de serlo y que tienen ante sí un futuro más que prometedor.
En las vitrinas ya descansan la 35ª Liga y la 14ª Champions. A partir del lunes, ya se trabaja para la 36ª y la 15ª. Así es el Real Madrid.