España se duerme y Portugal castiga a una selección de dos caras

Si Luis Enrique quería sacar alguna conclusión del estreno en la Liga de las Naciones tendrá que hacerlo con mucho estudio. El duelo ante Portugal en Sevilla (1-1) quedó como un combate nulo en el que España no llegó a sentirse cómoda. No fue una noche para recordar ni tampoco para sacar grandes decisiones. Fue, más bien, un jarro de agua fría.

Ante un rival siempre rocoso España 'pinchó' cuando parecía tenerlo todo controlado. Dominando en prácticamente todo el encuentro los tres puntos se le fueron por errores de concentración. Ceder un empate ante Portugal no es un drama ante el reto de ganar este torneo, pero sí muestra algunas lagunas de cara a Qatar.

España tuvo un arreón inicial en el que tuvo más ímpetu que ideas. Gavi remató fuera en el minuto 2 y hasta el 5' tuvo acercamientos que hacían presagiar una noche tranquila. No fue así. Portugal plantó cara y esperó hasta el final para dar el mazazo más duro.

El gol de España llegó en el ecuador de la primera parte. Fue una rápida contra que dirigió Gavi y que acabó en las piernas de Sarabia. El del PSG fue generoso ya que al ver a Morata a su izquierda le regaló un gol. Álvaro solo tuvo que rematar a puerta ante un portero prácticamente vencido. Se reconcilia -en parte- el delantero madrileño con una afición sevillana que no le perdonó sus fallos en la última Eurocopa. No hubo pitos para él este jueves, no había motivo. Ya ha igualado a Butragueño con 25 goles en la selección.

Portugal jugaba a ratos e igual cedía en defensa que a la vez daba algún que otro susto. Esto llevó a que España cogiera el balón y quisiera mandar así. No lo consiguió del todo y cuando al partido le faltaba ritmo las faltas le dieron un toque diferente con una catarata de tarjetas amarillas. Tres en tres minutos, la primera para Gavi y las otras dos para los portugueses Moutinho y Bernardo Silva. La última propició un lanzamiento que se le fue alto a Sarabia, pero que espoleó a la afición sevillana. Había al menos algún motivo para levantarse del asiento.

Cristiano salió desde el banquillo

Pasado el descanso el 'morbo' estuvo en ver cómo reaccionaba Portugal, que sacó a jugar a Cristiano para los últimos 30 minutos. No fue titular y eso ya es mucha sorpresa. Cada gesto del exjugador del Real Madrid fue respondido con abucheos y eso era lo más entretenido porque el partido cogió un ritmo lento. Superó el equipo de Luis Enrique unos minutos endiablados con dos ocasiones claras de Portugal -incluido un paradón de Unai Simón- y tranquilizó Luis Enrique el partido con los cambios. Justo cuando Cristiano salió fue cuando menos dominaron los lusos. El fútbol al revés..

No fue Cristiano el verdugo de España. Lo fue Ricardo Horta, al que tan solo 10 minutos en el campo le valieron para empatar el encuentro. En un gran centro de Cancelo, el futbolista del Sporting de Braga (con más del 50% de un futuro traspaso para el Málaga) remató sin oposición y heló al Villamarín. Esto no entraba en el guion y ahí ya ni valían los cambios ni lo previsto para el final del encuentro.

Reaccionó España con corazón y Jordi Alba tuvo la ocasión más clara del partido, quedándose solo en el punto de penalti. Remató de cabeza y el balón se le fue fuera. Era más difícil fallar que acertar y así lo vio Luis Enrique, que se echó las manos a la cabeza.

Ahí se quedó la cosa, con un pinchazo de España en el primer partido de la Liga de las Naciones. Era posiblemente el duelo más duro de todos los que había antes del Mundial. Las sensaciones no son del todo buenas, pero tampoco son malas. Hay que mejorar si se quiere hacer algo grande en Qatar.