Laporta tiene un problema con la «operación salida»

Joan Laporta y su junta directiva van a tener mucho trabajo durante este verano de 2022. Tras una temporada llena de pesadillas para la afición culé como la marcha de Messi o la caída a la Europa League con su fatal desenlace, el Barcelona pone sus esperanzas en este próximo mercado para avanzar en la reconstrucción de un club que ya no es temible fuera de España.

Sin embargo, no será nada fácil taponar todos los agujeros de un transatlántico que lleva demasiados años a la deriva y hundiéndose poco a poco. La situación económica ahoga al club y todos los movimientos deben ser cautelosos para no cometer los errores del pasado de Bartomeu que llevaron al equipo a esta situación.

La herencia de Bartomeu

El primer objetivo es vaciar el vestuario de aquellos jugadores que no se consideran intocables para tener margen a la hora de hacer maniobras debido a los desorbitados salarios que dejó el anterior presidente y el «overbooking» que hay en la plantilla. No obstante, la cosa no será tan fácil, puesto que muchos jugadores ya han mostrado su negativa a abandonar la ciudad condal.

Todos los movimientos deben ser cautelosos para no cometer los errores del pasado de Bartomeu que llevaron al equipo a esta situación

El caso más importante es el de Frenkie De Jong. El holandés lleva tres temporadas jugando en el Camp Nou y todavía se sigue esperando al jugador que deslumbró en 2019 a toda Europa. Se le considera uno de los mejores en su posición, pero su elevado salario y la aparición de Gavi y Nico (más el fichaje de Kessié) en el primer equipo hacen de Frenkie un jugador prescindible para poder maniobrar en verano.

Además, el nuevo United de Ten Hag parece estar al acecho y dispuesto a desembolsar más de 80 millones por él, cantidad que sería recibida como un oasis en el desierto. No obstante, el jugador se niega a salir, ya que se siente muy cómodo en Barcelona y considera que puede revertir su cuestionada situación, lo que pone los planes del club en jaque para este verano.

Otros nombres propios son los de Riqui Puig o Martin Braithwaite, quienes confían en triunfar en el Camp Nou pese a ser dos de los jugadores con menos minutos en esta campaña. Sus salarios no son para nada altos, pero deben marchar para poder hacer hueco a los que lleguen y la negativa a salir por parte de los dos plantea un horizonte aún más complicado.

A la espera de ofertas

Otros casos diferentes son los de Umtiti y Lenglet. El primero renovó en enero para poder inscribir a Ferrán Torres rebajando su ficha para que se repartiera en más años. Este hecho da esperanzas a la junta para poder encontrarle una salida al futbolista de una vez por todas, ya que su anterior salario (alrededor de 20 millones de euros) y su nulo rendimiento desde 2018 hacían imposible su marcha. En el caso de Lenglet, siempre ha tenido buen mercado y se espera que vaya rumbo a la Premier por no menos de 10 millones de euros, aunque de momento se sigue esperando algún equipo interesado de verdad.

Finalmente, casos como el de Memphis o Dest dependerán de otras operaciones de mercado que intente el club, ya que son jugadores por los que se puede sacar una decente suma de dinero si llega una buena oferta y sustituirlos no sería un problema.

Todos estos movimientos ayudarían al Barcelona a recuperar una economía en caída libre desde hace años, aunque es evidente que sacar a todos los «no intocables» será tarea casi imposible. Sin embargo, el verano es largo y Mateu Alemany, director de fútbol del club, ya ha demostrado que hasta el último minuto del mercado puede sacar operaciones adelante.