Sarabia aplaca las dudas y España saca en Suiza más resultado que juego

Ver a la Selección española no es asegurarte un gran espectáculo. A esta España le falta algo más que una victoria, que al fin consiguió en esta edición de la Liga de las Naciones. A la tercera fue la vencida en un partido en el que al ritmo que utilizaron de los de Luis Enrique se le puede definir como monótono para ser generosos. Eso sí, bien puede explicarse esto por las fechas en las que estamos: hay jugadores con 45 o 50 partidos en sus piernas.

Ganó España en Suiza (0-1) para reconducir un poco la situación en este torneo de la UEFA que si se gana bien y si se pierde no será ningún drama. Hay que jugarlo y que estos encuentros sirvan de preparación al Mundial. Lo único que hay que evitar aquí es quedar últimos para no bajar de división, algo no está en peligro tras vencer en Ginebra en el típico partido de esta España: dominio con el balón, pases horizontales y alguna que otra ocasión.

Tres minutos tuvo que esperar Sarabia para celebrar definitivamente su gol. Estas son las cosas del VAR, que aún no ha corregido la larga espera que provocan sus decisiones. Posiblemente estarían con la escuadra y el cartabón para medir un fuera de juego muy justo. El tanto español llegó tras una buena jugada de Marcos Llorente, que lo peleó bien en el área para acabar regalando la asistencia a Sarabia. Era el minuto 13 y podía parecer que España tendría un partido plácido. No fue así.

Luis Enrique siguió con su tónica de cambiar al equipo por completo y si en Praga hizo ocho cambios respecto al empate ante Portugal este jueves en Ginebra también sacó a otros ocho del once titular anterior. Unas continuas modificaciones con las que el seleccionador español se sentirá cómodo aunque eso suponga que nadie tenga claro con que equipo juega España. Ya lo sabremos en Qatar dirá.

España tiene un problema en defensa. Y cuanto antes lo asuma Luis Enrique más tiempo tendrá para solucionarlo. Da igual quien juegue -en Ginebra fueron Diego Llorente y Pau Torres- que siempre hay dos o tres jugadas en las que España regala al rival una situación clara de gol. Y sin que Suiza exigiera nada, la Selección dio otra vez sensación de fragilidad atrás. Que los suizos no lo aprovecharan no significa que los alemanes en el Mundial no puedan hacerlo.

El dominio de Gavi

Dio Gavi algo de interés al partido con una primera parte descomunal en la que los suizos solo le pudieron parar a base de patadas. Era golpe tras golpe con el joven sevillano, que se atrevió con todo. Hasta sacó el balón jugado desde su área con un sombrero. Cinco segundos después se llevó una dura patada. Así es el fútbol.

Con el empeño de jugar por la banda izquierda no aprovechó Sarabia la jugada clásica de Jordi Alba, esa que lleva haciendo toda una década. Entró el lateral del Barcelona por la banda y asistió en carrera raso hacía atrás. Sarabia la mandó a las nubes.

La segunda parte quedó para escuchar gritos de «España, España» en una grada suiza que de vez en cuando hacía la ola pese a ir perdiendo. No le ha importado mucho a esta selección (que estará en el Mundial) perder los tres partidos de esta Liga de las Naciones en la que en el grupo de España domina Portugal con dos puntos más que nuestro país.

Poco pasó en esta segunda mitad en la que Llorente disparó fuera, Asensio se topó con Sommer, Suiza empujó algo más en los cinco primeros minutos y los últimos cinco, Una Simón dio el gran susto con una mala salida en el minuto 86 y Luis Enrique aseguró la victoria con cambios con los que no cambió nada. Ese era a lo mejor el objetivo, que todo se mantuviera como estaba. Se salvó en el último segundo con la ocasión más clara de Suiza en todo el partido. Menos mal, porque la hecatombe hubiera sido curiosa. Victoria y nada más. Pero victoria, que tras los empates ante Portugal y República Checa era lo necesario y lo obligado.