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Carlo Ancelotti en un partido del Real Madrid la pasda temporada.GTRES

Ancelotti cambia de sistema: 4-4-2 con Tchouaméni de segundo pivote

El italiano jugará con dos puntas, Benzema y Vinicius, y rotará constantemente con Rodrygo, Valverde y Camavinga como relevos de Modric, Kroos y Casemiro

Hay que renovarse, unos vienen y otros van, para que la vida siga igual, con grandes triunfos. Bien lo cantaba Julio Iglesias, que fue guardameta del Real Madrid en los años sesenta. A falta del dubitativo Mbappé, que no supo lo que quería hasta el final, dos de sus compatriotas franceses más destacados, Tchouaméni y Camavinga, protagonizan el cambio en el centro del campo del campeón de Europa.

La llegada de estos mediocampistas en el último bienio define el salto definitivo al fútbol moderno que ataca el club blanco. Los dos futbolistas son dos motores de potencia infinita que muerden, presionan y tocan bien el balón. Ambos, junto al poderoso Valverde, dibujan el relevo generacional en esa línea media legendaria e histórica que la afición ha disfrutado en los últimos siete años. El todoterreno uruguayo es el tercer joven de fuerza inagotable que consuma la revolución del futuro.

Los tres pueden sustituir al triunvirato triunfal en cualquier partido. La idea de Ancelotti es introducir a Tchouaméni como cuarto mediocampista en el once habitual, proyecto que exige una variación del sistema. El técnico tendrá el 4-4-2 como estrategia periódica, con Casemiro y este último fichaje francés como doble pivote.

Quince titulares fijos

La planificación de Ancelotti y su cuerpo técnico es jugar con dos delanteros puros, Benzema y Vinicius, apoyados en un potente centro del campo sujetado por Tchouaméni y Casemiro en el medio, que concederá más libertad de acción atacante a Modric y Kroos.

Esa estrategia no limitará las opciones de otros jóvenes que se han ganado también un sitio en el once. Valverde, Camavinga y Rodrygo jugarán aún más que la temporada pasada, porque los veteranos Modric, Kroos y Casemiro necesitarán más descanso que nunca y la llegada de Tchouaméni consolida esa posibilidad de un relevo total de la línea de creación que Valverde y Camavinga ya han demostrado que pueden acometer perfectamente.

Carlo Ancelotti, en el BernabéuEFE

Rodrygo será el sustituto de Vinicius cuando sea conveniente y también entrará como cuarto mediocampista si la necesidad ofensiva es urgente.

Serán catorce titulares seguros que rotarán constantemente ante un calendario muy duro que exigirá ganar cada cuatro días. El decimoquinto titular fijo será Mendy, que se turnará con Alaba como lateral izquierdo, pues Rüdiger, un portento sobrehumano, será el líder de la defensa al lado de Militao.

A la espera de Hazard

Con la prudencia que dicta su enorme experiencia en el fútbol europeo, Ancelotti anhela que haya un decimosexto titular en el concepto de equipo del próximo curso. Hazard ha manifestado que la última operación le ha hecho sentir mucho mejor la pierna tantas veces intervenida y el entrenador espera que el club por fin disfrute de la estrella belga, carcomido hasta ahora por las lesiones. Jugó bien con su selección hace dos semanas y ese es un punto de esperanza para el futuro.

Ancelotti entrega un balón a HazardEFE

Nacho y Lucas Vázquez, el club de los 18

En la recámara del protagonismo quedan dos canteranos criados en «La Fábrica, como denominaba Di Stefano a Valdebebas». Nacho y Lucas Vázquez, dos hombres que nunca comienzan como titulares pero que al final de cada campaña disputan tantos partidos como los considerados fijos. Son el decimoséptimo y decimoctavo jugador en la cabeza del «allenatore», futbolistas que tendrán una participación esencial a lo largo de la temporada.

Estos dieciocho hombres forman la base de trabajo de Ancelotti para defender sus reinados en Europa y en España. El decimonoveno, sea quien sea, deberá ganárselo en los entrenamientos.