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Joan Laporta y sus famosas palancas están siendo uno de los principales animadores del mercado de fichajesPaula Andrade

Las razones por las que el Barcelona puede fichar a Lewandowski pese a su deuda millonaria

Un experto da las claves de por qué el conjunto azulgrana ha acometido grandes fichajes (pagó 58 por Raphinha y 45 por Lewandowski) mientras otros clubes se ven obligados a contener el gasto

Coger oxígeno ahora para poder afrontar los graves problemas del presente y esperar que las decisiones del hoy salgan bien mañana. Eso es lo que está haciendo el FC Barcelona en este mercado de fichajes en el que se ha gastado ya 58 millones de euros en Raphinha y 45 en Lewandowski. El fichaje del polaco ha levantado todo tipo de preguntas y dudas sobre cómo es posible que un equipo con tantas deudas y tantos problemas económicos haya podido gastar más de 103 millones euros en este mercado.

La respuesta es que el Barcelona, entre otras cosas, vive de su propia herencia ganada con el paso de los años y poco a poco la va gastando para así vivir hoy con la esperanza de hacer un proyecto competitivo. Así lo cuenta a El Debate Iván Cabeza, profesor del departamento de Empresa de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona y experto en economía del deporte.

«Lo que hace el Barcelona es vender parte de la herencia que ha ido acumulando con el paso de los años, refinanciar deuda y renunciar a ingresos en 25 años para tapar el agujero ahora y tener cash», cuenta Cabeza. Para entendernos, el Barcelona elige tener dinero ya para poder hacer esos fichajes con los que creen que tendrán un éxito deportivo a cambio de estar durante cinco lustros sin recibir unos ingresos que otros sí tendrán. Son estos los derechos de televisión de LaLiga, los que el Barcelona ha cedido a Sixth Street –empresa estadounidense colaboradora, entre otros, del Real Madridun 25 % por un valor de unos 530 millones (primero 207,5, en lo que fue denominada como la primera palanca, y después entre 320 y 330 millones con la segunda).

«El Barcelona ha heredado mucho (del propio Barcelona) y ahora vende parte de su patrimonio para recuperar una situación buena», añade este experto en economía del deporte, que explica que como el negocio va ahora mal «se vende parte de la herencia, aunque no puedes vivir permanente de ello». El Barça ha llegado a esta situación por «una gestión mala» y también por la pandemia al ser el equipo «que más ha sufrido los efectos del covid».

Si hoy el Barcelona puede fichar (otra cosa es inscribir) es porque ha recibido en cash, de forma inmediata, un dinero que no verá en los próximos 25 años. El Barcelona ha vendido ya el 25 % de los derechos televisivos de LaLiga. El primer 10 % le dio 207,5 millones que sirvió para no acumular un segundo año consecutivo con pérdidas económicas. Este segundo 15 % le da 320-330 millones que son los que se utilizan ahora para fichar a Lewandowski. «La apuesta es a corto plazo, te da oxígeno para reestructurar tu estructura actual. Consigo mucho cash a costa de futuros ingresos», cuenta Iván Cabeza, también socio director de Laudem Partners.

Y es que perder el control de ese 25 % de los derechos televisivos (siempre hay todo tipo de cláusulas) será un hándicap a largo plazo para el Barcelona, toda vez que su capacidad de competir estará por debajo de otros grandes de Europa porque, como explica Cabeza, «esos ingresos televisivos otros sí lo tendrán. El Real Madrid, por ejemplo, va a seguir teniendo esos ingresos que el Barcelona ya no los tendrá». De esta forma el Barça anticipa mucho dinero: lo tiene ya y no lo tendrá en los próximos 25 años, cuando sus principales rivales seguirán teniendo esa partida económica.

Es, en definitiva, una apuesta arriesgada, toda vez que dependes de que estos fichajes te funcionen bien y el club acabe recuperándose y regresando a la senda de la victoria y de los títulos. «Juegas ahora a no equivocarte. Hacer bien las cosas ahora es clave», añade el profesor universitario. Si a pesar de las incorporaciones el club sigue sin despegar el Barcelona tendrá un problema a medio plazo. Todo está supeditado a los resultados, lo que queda siempre como un claro «riesgo deportivo». Esto es, explica Cabeza, «dar uno o dos pasos para atrás para intentar después dar tres hacia delante».

Raphinha es el fichaje más caro del Barcelona en este mercado: 58 millones de eurosEFE

El conjunto catalán también ha refinanciado su deuda, otra de las cosas fundamentales para encontrar situación a la precaria situación económica. Esto lo aprobó la Asamblea extraordinaria hace pocas semanas y en concreto se explicó que «uno o más operadores, dirigidos por Goldman Sachs, refinancien la deuda del club azulgrana por un importe total de hasta 525 millones de euros».

El cash que tiene ahora por la venta de ese 15 % de los derechos televisivos da para fichar a Raphinha o Lewandowski, pero está por ver que de para inscribir a todos los jugadores. Y es que los culés todavía tienen deberes para llegar a ese objetivo. La venta de jugadores, por ejemplo la de De Jong, es clave para que se ingrese algo. También reducir la masa salarial, con salarios muy altos que hacen de 'tapón' a la hora de inscribir a los nuevos. Y si eso no se consigue el Barça tendrá que pensar en seguir vendiendo parte de su patrimonio, de esa herencia que ha ido acumulando con el paso de los años. «La pregunta es cuántas balas le quedan en la recámara», comenta Cabeza.

Lo que hace el Barcelona es vender parte de la herencia que ha ido acumulando con el paso de los años, refinanciar deuda y renunciar a ingresos en 25 años para tapar el agujero ahora y tener 'cash'Iván CabezaProfesor del departamento de Empresa de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona

Una cosa buena tiene el Barcelona, símbolo de la esperanza azulgrana: «El Barcelona tiene capacidad para generar ingresos. Incluso en una época mala es de los cinco equipos que más factura». Se debe principalmente a la marca de club que tiene, a ser uno de los grandes de todo el mundo.

Ahora queda ya todo en mano del balón. Si Lewandowski, que cumplirá 34 años en agosto, marca los goles que ha venido anotando en Alemania, la situación económica culé puede mejorar. Victorias y títulos dan viabilidad a lo que hoy el Barcelona se ha agarrado. Todo se resumen en el refranero español: Pan para hoy... ¿y hambre para mañana? Lo dirá el tiempo.