Una selección con 'oxígeno blanco' para el reto más difícil en la Eurocopa femenina

Hubo un tiempo largo en el que los cuartos de final fueron una pesadilla para la selección española de fútbol. No había forma de pasar de esa ronda hasta que en 2008 se rompieron todas las barreras. Se podía y se consiguió y 14 años después otra España, la femenina, quiere hacer lo mismo.

La selección española femenina juega este miércoles uno de esos partidos con los que se sueña toda una carrera deportiva. Es la ronda de cuartos –en la que España cayó en las eurocopas de 2013 y 2017– y el rival es la anfitriona, una Inglaterra que metió miedo en la primera fase y que se presenta ya como la favorita para ganar el torneo en Wembley. Sería el apogeo de todo inglés, recordando que hace un año en ese escenario perdieron la Eurocopa masculina en los penaltis.

Antes de llegar allí hay que pasar por el Falmer Stadium de Brighton, donde España se enfrenta al mayor reto de su historia. Está todo en contra, pero la inyección de moral dada con la victoria in extremis ante Dinamarca anima a un equipo que si bien está marcado claramente por el sello Barcelona –el equipo que más jugadores y juego aporta– ha visto en las futbolistas del Real Madrid como unas pieza clave para salir del atolladero cuando vienen mal dadas.

El Real Madrid aporta siete jugadoras a la selección española. Son Misa Rodríguez en portería, Ivana Andrés y Olga Carmona en defensa, Teresa Abelleira en el centro del campo y Marta Cardona, Athenea del Castillo y Esther González en ataque. De todas ellas tres aún no han jugado ni un solo minuto y no entran en los planes principales del seleccionador Jorge Vilda: Misa, tercera portera, Teresa Abelleira, que entró en la lista final tras la baja de Salma Paralluelo; e Ivana Andrés, 'taponada' por una línea defensiva intocable con Batlle, Paredes, Mapi León y Leila. Olga Carmona tan solo ha jugado 45 minutos, la segunda parte del decisivo partido ante Dinamarca.

Marta Cardona pide paso

Ese duelo que dio el pase a cuartos se decidió con un gol ya en el 90' de Marta Cardona, que pide paso prácticamente a gritos tras ser una pieza clave en ese oxígeno que dan a la selección las jugadoras del Real Madrid. A España le valía en ese encuentro ante Dinamarca igualmente con el empate, pero el cabezazo de Marta –a pase de Olga– provocó un necesario éxtasis para España por darse al final del partido y por afrontar así con más ánimo el durísimo duelo ante Inglaterra de este miércoles.

Marta Cardona estuvo hace un año al borde de dejar el fútbol. Sufrió una lesión de rodilla que le dejó apartada buena parte de la temporada. Cuando se recuperó a principios de este año acabó sufriendo otra lesión en el tendón del cuádriceps. Desde febrero no jugó ni un solo partido con el Madrid, pero aún así Jorge Vilda confió en ella. Le había prometido que la esperaría. Y así ha sido. Cardona está en el grupo, ha jugado los tres partidos (siempre saliendo desde el banquillo) y se antoja como vital para dar más aire al equipo.

González y la necesidad del gol

En situación similar está Esther González, otra figura clave para entender la profundidad de una plantilla. La granadina partió de titular en el partido inicial ante Finlandia pero perdió el puesto ante Alemania y acabó saliendo en la segunda parte contra Dinamarca. En una España a la que le falta gol –ha rematado 60 veces y ha marcado cinco goles, lo que da una media de un tanto de cada 12 remates–, Esther es la única delantera como tal que tiene la selección, por lo que su participación se presenta también como relevante.

Con una temporada vestida de blanco, Esther tiene muy buenos datos con España, con 15 goles en 24 partidos, en el top ten de máximas goleadoras de la historia de la selección. Con las bajas de Alexia Putellas y Jenni Hermoso su figura se antojaba vital, pero Vilda no contó con ella en la segunda jornada y la mandó al banquillo en el tercero. Fue también llamada a oxigenar el equipo y a cumplir ese papel de revulsivo.

Athenea, de menos a más

La única madridista que ha ido de menos a más en lo que a minutos se refiere es Athenea del Castillo, que aporta regate y verticalidad a un Jorge Vilda que no contó con ella en el once titular ni ante Finlandia ni Alemania pero sí le dio la titularidad en el duelo a vida o muerte ante Dinamarca. Aportó algo diferente y reflejó también esa versión más animada que necesitaba la selección para sobrevivir en la Eurocopa.

«En el momento en el que me llamó el Madrid dije adiós a los demás equipos. Soy del Madrid desde pequeña y como si tengo que pagar para jugar en el Madrid. Así de claro», dijo tras la temporada pasada para explicar su sentimiento madridista y su compromiso con el proyecto blanco que como tal solo tiene dos años de vida. Ahora lo traslada a la selección.