Fundado en 1910

Thibaut Courtois tras conquistar la Champions en ParísGTRES

Courtois, el niño precoz busca los grandes títulos en la treintena

La suya ha sido una carrera de maratón: comenzó de lateral izquierdo y a los treinta años ha ganado su primera Champions y es considerado el mejor portero del mundo

Fue un adelantado a su tiempo. Su complexión, su altura y su cuerpo fibrado fueron valoradas rápidamente por los ojeadores en Bélgica. A los cinco años ya jugaba en el Bilzerse. Se desenvolvía por la banda izquierda y el Genk le echó el ojo porque su físico era impresionante, alto, espigado, sin una gota de grasa. Los técnicos le cambiaron rápidamente el paso. Estaba hecho para ser guardameta. Y se convirtió en portero de la noche a la mañana. Los entrenadores trabajaron con él diariamente para explotar sus cualidades. Y el chico evolucionó de manera precoz a un ritmo sorprendente.

A los quince años ya era el sexto cancerbero en el organigrama jerárquico del club. Y a los 16 debutó con su querido Genk en la primera división belga. Comenzaba una carrera dura, hasta erigirse en el número uno del mundo.

Muy madridista

Merengue desde pequeño, el sueño imposible era emular a Iker Casillas y llegar al Real Madrid. Y el sueño se cumplió diez años más tarde, después de militar en el Chelsea y ser cedido al eterno rival blanco, el Atlético, durante un trienio.

El Chelsea le fichó a los 20 años. Pagó ocho millones al Genk para cederlo inmediatamente al conjunto rojiblanco. En Lisboa perdió la final de la Champions frente al Real Madrid, pero con Simeone ganó una Liga, una Europa League, una Copa del Rey y una Supercopa de Europa. Le faltaba, de todos modos, su trofeo más preciado, la Champions, esa que vio levantar a Casillas y Ramos en en el campo del Benfica. Volvió al Chelsea y durante cuatro años se adjudicó dos veces la Premier, una Copa de Inglaterra y una Copa de la Liga. Le seguía faltando la Copa de Europa, su anhelo.

Courtois protagonizó grandes paradas la pasada temporadaGTRES

Durante mucho tiempo presionó al equipo londinense para ser traspasado al Real Madrid. Y adujo que no renovaría con el conjunto inglés. Por fin lo consiguió, en 2018. Fue fichado por 35 millones. Tenía 26 años, la edad idónea, ya maduro, para alcanzar las más altas cotas.

Trabajó muy duro para transformarse en el mejor arquero del mundo y alcanzar ese sueño de la Champions. Su vida ha estado centrada en ser el mejor y esa meta ha definido su entrenamiento diario. Ha mantenido una alimentación específica para inyectar agilidad felina a un cuerpo que tiene dos metros de altura. Lo ha logrado. Nadie pudo calibrar que un portero de esta envergadura tuviera tanta velocidad de movimientos y de reflejos.

Su primera campaña en el Bernabéu fue complicada ante la competencia de Keylor Navas, pero era el elegido para llevar el número uno del once titular. Sus condiciones le otorgaban la primacía. Ese liderazgo lo obtuvo un año más tarde y desde entonces ha realizado una progresión imparable hasta obtener los reconocimientos como mejor portero del mundo.

El presidente, encantado

En cuatro temporadas con el Real Madrid ha conquistado dos Ligas, un Mundial de clubes, dos Supercopas de España y el gran objetivo de su vida, su obsesión, la Champions. Y puede decir con sinceridad que esta Copa de Europa, la primera en su palmarés, es culpa suya en gran parte. Sus paradas ante el PSG, ante el Manchester City, ante el Chelsea y ante el Liverpool lo han encaramado al primer puesto de los guardametas del planeta.

Es un líder, portavoz de la plantilla en muchas ocasiones por su franqueza y su buena visión de las situaciones. Habla claro y sabe lo que tiene que decir. Un protagonismo que basa en una ambición ilimitada.

A los treinta años persigue la consecución de más Copas de Europa y su confirmación como mejor guardameta del universo. Se ha ganado su reinado como número uno en el campo.

Florentino Pérez está encantado con su rendimiento. Como sucedió en su día con Benzema, los 35 millones abonados por Courtois es una de las mejores inversiones realizadas por el club en este siglo. Con su dedicación y su disciplina física hay portero del Real Madrid para otro lustro. El presidente lo tiene claro, ese puesto está cubierto por mucho tiempo. Respira tranquilo y se centra en otros cometidos.