El Barcelona se cree su papel en otro Clásico intrascendente

Horas antes del intrascendente Clásico que han jugado en la madrugada de este domingo Real Madrid y Barcelona, el club catalán recordó en sus redes sociales el 0-4 que le metió a su rival en el Bernabéu en marzo. Muchos no creían estar viendo que los culés sigan festejando un resultado que derivó en la Liga del Real Madrid, así como en la 14ª Copa de Europa, mientras el propio Barcelona se ahogaba en su propio campo en la Europa League.

Sin embargo, al Barcelona cualquier Clásico le vale para creer que es mejor y por eso salió del amistoso en Las Vegas otra vez feliz. Y es normal, el club azulgrana viene de lo que viene y necesita cualquier mínimo gesto para vivir con ilusión. Ganaron los culés a los blancos (0-1) con un solitario gol de Raphinha. Por eso a buen seguro también contará esta victoria al Real Madrid como una victoria real. Saben ellos, y todos, que no vale para nada porque esto es el inicio de pretemporada.

Ancelotti se plantó con Rüdiger en el lateral izquierdo -y no Alaba, al que puso en el centro de la defensa- y con un Hazard de falso 9 que apenas tuvo incidencia en un Real Madrid claramente sin ritmo, aún por configurar muchas cosas. Es lo más lógico, ya que para los blancos era su primer amistoso de la pretemporada, celebrado además pocos días después del viaje a Estados Unidos. No se vio en el campeón de Europa ningún interés en convertir este Clásico en lo que verdaderamente es un Clásico.

Para el Barcelona, en cambio, el amistoso era una vía para seguir ganando tiempo de ilusión, que es lo que mueve a los culés en los últimos tiempos. Por eso se lo tomaron tan en serio, porque había que seguir ganando tiempo y qué mejor manera que ganar al Real Madrid. Lo hicieron con un mayor ritmo, normal a estas alturas de pretemporada en los que Xavi ya llevaban dos amistosos previos.

Mandó Valverde a los 17 minutos un 'zambombazo' al palo que bien podía haber cambiado este Clásico hecho para los fans estadounidenses, locos por ver a Madrid y Barça tan de cerca. Contestó Lewandowski, activo en su debut como culé aunque fallando dos ocasiones que a buen seguro en los próximos meses, ya con rodaje, no perdonará.

Con Gavi jugando falta a falta, el gol del Barcelona llegó por un fallo de Militao, que al sacar el balón jugado se lo acabó regalando a Raphinha, que tuvo la mejor presentación posible con un precioso gol con un disparo que entró por la escuadra. Al Madrid en defensa se le vio impreciso, con algún que otro fallo infantil que permitía ocasiones claras del Barcelona.

Una fea falta de Jordi Alba a Vinicius en los últimos minutos de la primera parte provocó una tangana en la que Rüdiger se encaró con Araujo en lo que fue el cara a cara entre dos jugadores que dan miedo por el portentoso físico que tienen. Había hecho el brasileño una de sus jugadas eléctricas en las que hasta tres jugadores azulgranas le intentaron 'cazar' hasta que Alba lo consiguió. En general el encuentro tuvo varios episodios de tensión y alguna que otra entrada, como otra de Busquets a Modric, de gran peligro físico y sin ningún tipo de sentido.

Con muchos cambios al descanso, 'Carletto' quiso probar a Asensio en esa figura muchas veces inentendible de falso 9 y el mallorquín fallo una ocasión muy clara en el 60'. Xavi sacó a Piqué, que se llevó una sonora pitada cada vez que tocaba el balón. Y, recordemos, el partido se jugó en Las Vegas. Allí tampoco ha hecho Gerard buenos amigos.

El fútbol se diluyó en una segunda parte muy seca, normal también porque esto no vale para prácticamente nada. Es muy pronto para sacar conclusiones, aunque el Barcelona quiera dibujar este duelo como un verdadero Clásico y lo meta también en sus estadísticas, necesitado de cualquier buena noticia. Habría que recordar que la última vez que jugaron un Clásico en pretemporada, en julio de 2017, también lo ganó el Barça por la mínima y muchos meses después, en mayo, el Real Madrid ganó la Champions. Cada uno que firme ahora lo que considere oportuno.