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Vinicius, en el partido amistoso ante el Barcelona, sigue sin recibir la nacionalidad españolaGTRES

El pasaporte que no llega y el atasco extracomunitario del Real Madrid que condiciona los fichajes

Al no concederse la nacionalidad a Vinicius no puede ni plantearse fichar jugadores que no sean de la Unión Europea

Cuando Take Kubo y Reinier Jesús regresaron a la disciplina del Real Madrid una vez completadas sus cesiones ambos sabían que su tiempo en el club blanco estaba limitado. No iban a continuar en la entidad y no porque Ancelotti no los quisiera, sino porque su pasaporte se lo impide. Y es que ambos ocupan plaza de extracomunitarios y en la liga española tan solo se permiten tres, puestos ya ocupados por jugadores importantes como Vinicius, Rodrygo y Militao.

Es por ello que tanto el japonés, ya futbolista de la Real Sociedad, como el brasileño, aún sin nuevo equipo, sabían que era imposible seguir en el Real Madrid. Hay tres plazas y están ocupadas. El problema no es ese, algo ya que se sabía de antemano, sino algo que va más allá del fútbol. El club blanco sigue esperando el pasaporte español de Vinicius, que cumple con todos los requisitos. Al brasileño no se le concede la nacionalidad española únicamente por asuntos burocráticos. Y eso tapona las posibles incorporaciones en el Real Madrid.

Gabriel Jesús, delantero hasta este verano del Manchester City, era uno de los objetivos del club blanco. Su perfil gustaba como alternativa a Benzema, pero su fichaje era imposible al ocupar la mencionada plaza de extracomunitario. El jugador finalmente se fue al Arsenal y el Madrid perdió una oportunidad de mercado, como tantas otras. La regla de un máximo de tres jugadores extracomunitarios en una plantilla es evidentemente igual para todos, pero el club de la capital de España tiene una traba extra: no le conceden la nacionalidad a un jugador que cumple con los requisitos.

Porque Vinicius sigue a la espera –y ya son muchos meses– por un simple aspecto burocrático. Desde el Ministerio de Justicia no aceleran los trámites y al Real Madrid le afecta. El jugador está perfectamente integrado en España, trabaja y vive aquí, donde lleva ya cuatro años. La legislación especifica que con dos ya vale para tener la nacionalidad. Además Vinicius pasó los dos exámenes que se requieren en estos casos, uno de idioma español y otro de cultura general del país. Pero el pasaporte no llega, mientras en otros casos –el de Lorenzo Brown es el más claro– se hace deprisa y corriendo por orden del Gobierno, dando la carta de naturaleza.

Vinicius está perfectamente integrado en España, trabaja y vive aquí, donde lleva ya cuatro años. También pasó los dos exámenes que se requieren en estos casos

Cuando un equipo ficha jugadores no comunitarios cuenta con ello, pero también sabe que en un plazo corto de tiempo (dos, tres o cuatro años) esos futbolistas pueden adoptar la nacionalidad –y no por privilegio, sino por cumplimiento de las normas– por lo que en el futuro se abre la plaza extracomuntaria. En cambio el Real Madrid tiene un atasco porque a Vinicius nadie le da el paso definitivo para conseguir lo que le corresponde.

A otros sí le dan el pasaporte

Eso impide que haya fichajes de jugadores con interés pero que no podrían ser inscritos. Se da la circunstancia de que con otros casos de futbolistas que buscaban la nacionalidad española apenas se tardó nada. A Aymeric Laporte se la dieron en un proceso exprés que pidió la Federación Española para que jugara la Eurocopa del año 2021. A Ansu Fati, una vez comenzó a despegar en el Barcelona, también le dieron la nacionalidad para asegurarse que podría jugar con España, con quien ya ha debutado. Eso benefició al combinado de Luis Enrique, pero también al Barça, que se quitó una plaza de extracomunitario y abre la posibilidad de poder fichar más.

El Real Madrid, en cambio, espera a la vez que ve cómo Vinicius tiene todos los papeles en regla. No puede fichar jugadores que no sean de la Unión Europea ni tampoco contar con aquellos que estén en la cantera y estén en esa situación, sirva como ejemplo otro Vinicius, en este caso Tobías, una de las promesas brasileñas que llegó al club –para el filial– procedente del Shakhtar Donetsk ucraniano.

De esta forma el Real Madrid está imposibilitado para fichar jugadores brasileños, argentinos, uruguayos o de otras partes del mundo como japoneses, véase el caso de Kubo. Y, ojo, también británicos, porque una vez completado el Brexit los futbolistas del Reino Unido también cuentan como extracomunitarios. Por ello cuando al Madrid le ofrecieron a Sterling, que jugaba en el City y ahora ya en el Chelsea, en el club blanco, por mucho que interesara, tuvieron que decir que no. La normativa no lo permite.