La amenaza del Barça a De Jong para que se vaya: su contrato podría ser ilegal
En su afán por querer echar al neerlandés, Laporta ve ahora «posibles indicios de delito» en el contrato de renovación del jugador en la época de Bartomeu
Ante la incapacidad aún por inscribir a los nuevos fichajes, el Barcelona sigue intentando sacar dinero de donde sea. Las tres palancas ya activas no son suficientes para que incorporaciones como Lewandowski no puedan jugar aún de forma oficial, por lo que desde el club se intenta absolutamente todo.
La última de Laporta ha sido sacar que Frenkie de Jong firmó un contrato, en octubre de 2020, que podría ser ilegal. El Barça incluso ve indicios de delito en el contrato que firmó el futbolista neerlandés en la época de Josep María Bartomeu como presidente culé. Y que ahora el propio club saque esto tiene un contexto: De Jong es uno de los futbolistas que más cobran, Laporta le quiere fuera para liberar masa salarial y poder inscribir y el jugador está señalado por todo el entorno culé.
Al ser hasta el momento incapaces de que De Jong se vaya, el Barcelona ahora ve indicios de delito en la renovación de Frenkie de Jong hasta 2026. También en los que firmaron Clement Lenglet, Marc-André ter Stegen y Gerard Piqué en 2020 con Bartomeu y que la actual directiva ve que esas fichas «absolutamente desorbitadas y fuera de mercado» y que estos cuatros jugadores pasaron a cobrar con la ampliación contractual suponen un sobrecoste salarial para las arcas del club de 311 millones de euros.
Según la junta directiva anterior, estas cuatro renovaciones supusieron un ahorro salarial de entre 16 y 18 millones de euros, unos 30 millones contando amortizaciones.
Lo que quiere el Barça actual es que estos contratos queden sin efecto, pero la figura verdaderamente 'perseguida' por Laporta es la de De Jong, toda vez que Lenglet ya no está en el club (se fue este verano al Tottenham) y que la continuidad de Piqué y Ter Stegen no está en duda. Se hace porque De Jong tiene un contrato muy alto y ha sido señalado desde la propia directiva actual como el 'tapón' que impide la inscripción de otros jugadores.