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Florentino Pérez, en la celebración de la 14ª Copa de Europa el pasado mes de mayoEFE

Florentino Pérez pide a su plantilla luchar por los seis títulos como si fueran la Champions

  • El presidente del Real Madrid sabe que todos los rivales les tienen ganas y señala que no hay título pequeño, quiere ganar todos los posibles

  • Apremia a sus jugadores para conquistar el primero, la Supercopa de Europa, como advertencia para sus adversarios

Hace tres décadas las Supercopas eran consideradas títulos menores y las plantillas llegaban muy justas físicamente para afrontarlos. Florentino Pérez cambió ese discurso mental en el Real Madrid. El dirigente llegó a la presidencia de la entidad en el año 2000 y desde entonces dejó un mensaje claro a los futbolistas sobre el tapete verde: hay que salir a conquistarlos todos. Su análisis era incontestable y fue asimilado periódicamente por todos los entrenadores y jugadores que han estado bajo su mandato: el Real Madrid sale siempre a ganar, no sale a jugar, para este club no hay partido de menor nivel, siempre que salta al campo es un examen final.

Fieles a esta idiosincrasia, la que nació con Di Stéfano en 1953, Ancelotti y sus pupilos, como anteriormente los equipos de Zidane y de Mourinho, saben que Florentino Pérez les pide que intenten ganar los seis títulos en liza que atacan esta temporada.

Mourinho tenía ese ADN

El presidente de la empresa madridista no tuvo que decir muchas cosas cuando Mourinho estuvo al mando del plantel. El técnico portugués quería ganar hasta en los entrenamientos y tenía esa rabia ganadora en su ADN. Florentino Pérez siempre ha destacado que Mourinho elevó el nivel del equipo en su etapa y lo colocó de nuevo en las semifinales de la Champions año tras año.

La ambición infinita de Ancelotti

Carlo Ancelotti posee la misma ambición, pero la demuestra de otra forma, con una mesura y una pausa en sus comportamientos que no esconden su ansia de victoria infinita. Quiere ganarlo todo y agrandar su palmarés en el equipo más famoso del mundo.

El presidente madridista les ha dicho a sus profesionales que tienen que comenzar el año con el título de la Supercopa de Europa ante el Eintracht de Francfort, el equipo alemán que soportó el duro golpe del 7-3 en la final de la Champions de 1960 en Glasgow. El entrenador italiano les exige esta victoria. No pueden empezar la temporada con una derrota. Muchos la están esperando con devoción y el vestuario madridista subraya que «hay que golpear desde el primer partido». Ni una concesión al enemigo, ni un atisbo de debilidad, indican desde la institución del Bernabéu.

Ganar el primero como advertencia

La reflexión del dirigente es elocuente y la conocen bien Ancelotti, Benzema, Modric, Kroos y todo el grupo: el campeón de Europa debe comenzar el curso con un nuevo título que sirva de advertencia a todos sus rivales ante la próxima Champions. Hay que mostrar el orgullo y la confianza en nosotros mismos desde el primer día, añaden desde Valdebebas. «El que da primero da dos veces».

Somos el equipo a batir

Los futbolistas del Real Madrid, muchos con cuatro y cinco Copas de Europa en su palmarés, saben que este año serán, más que nunca, el equipo a batir. El Barcelona ha vuelto a tirar la casa por la ventana y tanto los grandes clubes ingleses como el PSG realizan también una importante inversión en jugadores para combatir al equipo más legendario de Europa, que les ha ganado con un gasto económico mucho menor. «Todos están ansiosos por ganarnos», señalan en la casa, «y el Eintracht es el primero que lo intentará en este sentimiento general».

Ancelotti ensalza la autoridad y la potestad de los ganadores de la decimocuarta Champions y alineará de salida frente al Eintracht al once que la ganó frente al Liverpool, el que probó en el triunfo por 2-0 ante la Juventus. Pero en el segundo tiempo entrará la nueva hornada, Rüdiger, Tchouaméni, Rodrygo y Camavinga. Ya ha explicado a sus hombres que no tiene un once fijo, sino dieciocho titulares. Florentino Pérez no se preocupa por la alineación, pero solicita a todos, quienes jueguen y quienes no, que demuestren una vez más el ADN vencedor del Real Madrid. Unos en el césped y otros apoyando desde el banquillo. Es lo único que le importa, ganar. Lo único que le ocupa y le preocupa es ser siempre en el campo el Real Madrid. Es lo que les pide.