Casemiro y la sombra de Makélélé en el final del mercado de fichajes
El Manchester United ofrece una suculenta oferta en el que sería un movimiento parecido al que ocurrió con Makélélé y que pone en alarma al madridismo
A Claude Makélélé se le recordará siempre como el futbolista que dio equilibrio al Real Madrid de los Galácticos. Y más allá de los Galácticos había jugadores 'de carne y hueso' –entiéndase la expresión– que eran fundamentales para que las grandes estrellas brillaran. El francés fue toda una figura en aquél equipo de principios de siglo y con el paso de tiempo su participación en la plantilla se mitificó. Coincidió que tras su marcha –algo traumática– el club blanco entró en los peores años de su historia reciente. Allá cada cual que tenga memoria podrá juzgar si fue causalidad o casualidad.
El Manchester United ha venido a Madrid a por Casemiro. El club inglés, que ha comenzado la temporada con una de sus crisis deportivas y sociales más graves de los últimos tiempos (está colista tras dos derrotas y con goleadas sonrojantes), busca a golpe de talonario encontrar la cabeza. Y qué mejor brújula futbolística que el futbolista brasileño el Real Madrid, figura fundamental en este deporte en la última década, mejor centrocampista defensivo de estos años.
Nada más conocer este interés y la posibilidad de que Casemiro se pueda ir hace recordar el caso de Makélelé, de esos futbolistas infravalorados que tenían un papel primordial en el equipo. Bien se puede considerar a Makélelé como el mayor ejemplo de ese dicho de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. El francés fue el stopper perfecto que tenía aquel Real Madrid ya lleno de galácticos y que ganó todo (Ligas, Champions, Supercopas...) y que dejó de triunfar coincidiendo con la marcha de este futbolista al que Casemiro –que le mejoró– se podía asemejar en el campo.
Makélelé se fue del Real Madrid en el verano de 2003 después de ser titular indiscutible en la Novena Copa de Europa, en las Ligas de 2001 y 2003... se fue a la vez que Hierro y Del Bosque y se marchó tras pedir más salario que después no le dieron y con quejas de que su dinero se había dedicado a contratar a Beckham. Siempre quedó esa sensación de que se minusvaloró el trabajo de este futbolista, que no sería muy 'agradable' a la vista en términos de balón, pero que era fundamental para dar equilibrio a un equipo de grandes jugadores que necesitaba a ese peón del fútbol.
Casemiro sí tiene más reconocimiento y su importancia se ha destacado cada vez que hay un triunfo blanco. Pero la posibilidad de que se pueda ir en los últimos días del mercado pone en alerta al madridismo. Deportivamente sería un drama, ya que por mucho que se haya fichado a Tchouaméni, que es el hombre del futuro, Casemiro sigue siendo titular, es fundamental para equilibrar al equipo y tiene un papel vital en el fútbol de Carlo Ancelotti. Otra cosa es el aspecto económico y si es un buen negocio sacar unos 50 o 60 millones por un centrocampista de 30 años que ha aportado mucho más de lo esperado y al que le quedará como mucho otro contrato.
En el Real Madrid no hay dudas: se quiere seguir con Casemiro, al que se valora y se quiere. Mucho tienen que cambiar las cosas para que se acepte una oferta del United, por muy alta que sea. El club inglés va a la desesperada e infla ofertas para intentar recuperar la paz social: se fija en Casemiro, pero también en Raúl de Tomás, en Cunha, en Joao Félix... y mientras tiene a Cristiano, toda una figura mundial al que incluso se plantean darle la carta de libertad para quitarse ese problema que acarrean durante todo el verano.
El jugador, por su parte, tampoco se quiere ir, aunque escucha la oferta y la estudia. Marcharse ahora al United, por mucho que vayas con la vitola de gran figura y con un sueldo más generoso que el del Madrid, es un marrón. El Manchester está en casi descomposición y además el brasileño tiene el ejemplo de otros jugadores que fueron compañeros y que acabaron diluyéndose en Old Traford: Varane, Di Maria, ahora Cristiano... no es el mejor entorno para ser feliz. Pero cada uno es libre, eso sí, de afrontar su futuro profesional como mejor lo considere.
Más allá de que se haga, la sola aparición del United en Madrid para llevarse a un estandarte del mejor Real Madrid de la historia, el de la última década, ha alertado a los blancos. Sería repetir el error de Makélelé 19 años después, no solo por perder a un futbolista clave en el juego del equipo sino también por la forma y el momento en el que se hace, casi sin tiempo para buscar un recambio (que será siempre peor del que se va) y dando toda la presión a un recién llegado como Tchouaméni, al que aún le queda por delante una adaptación que lleva tiempo y que precisamente puede ser más rápida y más fructífera si llega de la mano de Carlos Henrique Casemiro.