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Jorge Vilda, seleccionador nacional, con algunas jugadoras en una imagen de archivoEFE

Motín en la selección femenina: las jugadoras del Barça lideran una revuelta contra el entrenador

Jorge Vilda, discutido desde hace meses, no cuenta con el apoyo de gran parte de su plantilla, aunque Luis Rubiales le

Luis Rubiales tiene un problema más en la Federación. Y este es plenamente deportivo y afecta a la Selección femenina, la misma que cogió toda la atención este verano al disputar la Eurocopa femenina de Inglaterra. Aquél torneo, en el que España cayó ante la anfitriona en cuartos de final y en la prórroga, lo dirigió Jorge Vilda desde el banquillo. Puede ser que haya sido el último.

La mayoría de las jugadoras de la Selección han pedido a la Federación que destituya a Vilda, que lleva desde 2015 en el cargo de seleccionador. El ambiente está muy enrarecido en Las Rozas y gran parte del equipo no apoya al entrenador, ya muy discutido por sus decisiones en esa Eurocopa. El técnico tiene aún dos años más de contrato, pero la situación no es la mejor. Existe un distanciamiento entre cuerpo técnico y jugadoras que se vio con más crudeza este martes en el entrenamiento: ni se miraron unos con otras.

La selección está actualmente concentrada para afrontar dos encuentros de clasificación para el Mundial 2023 (ante Hungría y Ucrania los días 2 y 6 de septiembre) y es aquí donde la mayoría de las jugadoras han llegado a un acuerdo para pedir a la Federación que finalice ya la etapa de Jorge Vilda como seleccionador. Eso sí, no hay unanimidad entre la plantilla, aunque son más las futbolistas que quieren que se cambie de técnico. Especialmente son las jugadoras del Barcelona (el gran equipo del fútbol femenino) quienes lideran este motín.

Creen que no se ha maximizado los recursos que tiene el equipo español y que Vilda ya no da más de sí, que lo que no ha podido sacar de las jugadoras no podrá hacerlo más. España tiene un gran equipo, la mejor generación de futbolistas de su historia, pero no ha llegado a dar el paso definitivo para estar en el podio europeo y/o mundial. Es una etapa de éxitos a nivel de clubes -especialmente del Barcelona- que no se traslada a la selección. Además hay también una vieja petición que no se ha corregido: algunas futbolistas consideran que hay una gran diferencia entre las titulares y las suplentes que conlleva una desmotivación entre buenas jugadoras que sin embargo saben que no van a jugar.

Las futbolistas que forman el núcleo duro del combinado femenino ya se han reunido con Vilda para comunicárselo en un ambiente de distanciamiento. Estas jugadoras, por su parte, están en la selección gracias a que las llaman el propio Vilda. Jorge quiere seguir hasta 2024, fecha hasta la que tiene contrato, y seguir siendo el seleccionador español y estar en el Mundial 2023 que se jugará en Australia y en Nueva Zelanda el próximo verano.

La pelota está ahora en el tejado de Luis Rubiales, que llegó este martes a España tras el viaje que hizo a Costa Rica para acompañar a otra selección femenina, la sub-20, en su victoria en el Mundial. El presidente tiene claro que Vilda tiene que seguir y que no puede aceptar este chantaje de las futbolistas. Coincide esta rebelión en la absoluta con el éxito en las categorías inferiores, el futuro de la selección que avanza que existe un núcleo de jugadoras, presente y futuro, con el que España puede alcanzar buenos resultados.