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El espectacular césped retráctil del Bernabéu estará en funcionamiento en diciembre

El cierre laminado del estadio y el marcador de 360 grados estarán listos también este invierno, pero la falta de acero y de otros materiales por culpa de la guerra de Ucrania retrasa las obras interiores y la presentación oficial se hará la próxima temporada

Era emocionante observar hace unos días el funcionamiento parcial del césped retráctil del nuevo estadio Bernabéu. El ensayo fue un espectáculo. Ver avanzar y desaparecer una lámina de 105 metros de largo, cubierta de césped, es magia hecha realidad. Verla reaparecer y colocarse en el campo para poder jugar es doble magia. Es el objetivo más complicado técnicamente de la gran reforma. La aplicación total del magnífico sistema tecnológico para poner y quitar las seis tiras de hierba en tiempo récord estará lista en diciembre. El Real Madrid ya jugará con ese nuevo campo móvil en cuanto se reanude la Liga española después del Mundial de Qatar.

En el invierno veremos también colocado todo el laminado de aluminio que será la imagen externa del coliseo madridista. Los espectadores ya podrán disfrutar igualmente del marcador de 360 grados.

En realidad, en enero podremos ver el estadio como si estuviera totalmente acabado. Pero la guerra de Ucrania ha provocado un retraso en la recepción de materiales y especialmente del acero, del que ese país es un buen proveedor, y son las múltiples obras internas del Bernabéu las que retrasarán su puesta de largo oficial hasta el mes de septiembre del próximo año.

Esos trabajos interiores son enormes y no se observan desde fuera. Hay que calcular que el estadio va a ser realmente un centro comercial y todos los restaurantes y otras múltiples ofertas de comida, de ocio y de «tardeo» deben de construirse ahora.

Captura del túnel donde quedará albergado el césped retráctilReal Madrid

El reto es convertir el campo en un lugar de encuentro popular que estará abierto los 365 días del año desde la mañana a la noche. Hay que calibrar que el fútbol solo ocupa este recinto legendario un promedio de 34 días al año y el resto de fechas debe ser, a partir del próximo año, una caja de hacer dinero para pagar los fichajes que el seguidor desea para extender esa leyenda en el tiempo. El fútbol antiguo, el fútbol como lo conocemos hasta ahora, desperdicia enormemente sus sedes, unos campos carísimos que no se utilizan ni el diez por ciento de los días. No son rentables. El proyecto del Real Madrid acabará con esa pérdida de dinero y convertirá un estadio de fútbol en un negocio perenne cada minuto.

El nuevo Bernabéu se encontrará prácticamente acabado a finales de ese curso. Florentino Pérez debe decidir ahora la fecha de inauguración. La idea es hacerlo en el comienzo de la siguiente campaña, en septiembre. En la recámara de opciones se encuentra esperar al 14 de diciembre de 2023 para coincidir con la inauguración del estadio de Chamartín que Santiago Bernabéu llevó a cabo en esa fecha en 1947, frente al Os Belenenses.

La fecha no es lo importante, lo fundamental es que el nuevo Bernabéu transformado en un centro comercial infinito estará a pleno funcionamiento el próximo verano. El fútbol será otra cosa a partir de ese momento. Los ingresos para hacer un gran equipo llegarán también por otras vías, ajenas al propio balón. Es otra ideología de este espectáculo, que va a cambiar todos sus parámetros. Otros clubes copiarán el ideario del Real Madrid.