La comparación de Guardiola con la que minimiza a Haaland para ensalzar a Messi

Hace ya más de 10 años que Pep Guardiola dejó de entrenar a Leo Messi. Fue en mayo de 2012 cuando el entrenador y el jugador, desgastados por su intensa relación, separaron sus caminos. Pep se fue del Barcelona y nunca más volvió a ganar una Champions League. Solo llegó a una final, casualmente el mismo dato de Messi, que solo ganó una Copa de Europa en esta última década.

Pese a que su relación personal quedó muy tensionada -Guardiola se despidió del club azulgrana con la frase «nos acabaremos haciendo daño»-, es evidente que para el técnico Messi ha sido el mejor jugador al que ha dirigido. Y pese a que hace ya tiempo que no le entrena le sigue elogiando incluso cuando a veces es innecesario.

Así lo ha hecho ahora utilizando a Erling Haaland, su delantero estrella, al que seguramente para 'picarle' y que siga a su excelso nivel le ha comparado con el argentino. Después de que el noruego hiciera historia en la Premier y machacara con un hat-trick al Manchester United, Guardiola entendió que lejos de felicitar (de forma pública) a su jugador lo que le tenía era que minimizar en cierta forma para así ensalzar a Messi.

«La diferencia es que quizás Erling necesita a todos sus compañeros, mientras que Messi tenía la capacidad de hacerlo él solo», dijo Pep cuando la prensa inglesa le pidió su opinión sobre uno y otro. Guardiola habló de Messi porque le preguntaron por él, pero suya fue ya la decisión de ensalzarle y venir a decir que simplemente el argentino era mejor que Haaland. Sus palabras demuestran que le gustaba más lo que hacía Messi, que «lo hacía solo», mientras que Erling «necesita a todos sus compañeros».

Hay que recordar que Haaland es máximo goleador -y de forma indiscutible- en el fútbol europeo. Lleva 14 goles en la Premier League y se han jugado ocho jornadas. Es decir, va a casi dos goles por partido. Evidentemente las cifras es un récord histórico de la liga inglesa, como lo es también que lleva tres hat-trick consecutivos como local.

Por su parte, y dentro de las difíciles relaciones que leo Messi siempre ha tenido con sus entrenadores, Guardiola, una vez que ya estuvo fuera del Barcelona, desveló que si Messi «un día era suplente o sustituido, al día siguiente no quería ir a entrenar» y que era una persona «difícil de tratar, que no iba de frente». El de Sampedor lo achacaba a que «era muy retraído, con problemas de comunicación», y que era tan bueno que se tenía que ir amoldando a sus cosas. Conocido en Barcelona es que aquello acabó en un gran desgaste profesional y personal.