Irán procesa a uno de los mejores futbolistas de su historia por apoyar las manifestaciones
Ali Karimi, tercer jugador con más partidos de la selección iraní, es acusado de haber «dirigido los motines»
El exfutbolista iraní Ali Karimi, que llegó a jugar en el Bayern de Múnich entre otros equipos, está en el punto de mira de la justicia de su país por haber apoyado las manifestaciones ocurridas tras la muerte cuando estaba detenida de una joven.
Karimi, nombrado mejor jugador de toda Asia en 2014 y uno de los mejores futbolistas de la historia de Irán, ha sido procesado por la Autoridad Judicial «por haber llevado la voz del enemigo y animado», según el régimen iraní y tal y como recogen medios locales. Este futbolista no es cualquiera en Irán, toda vez que jugó 127 partidos con la selección -que está clasificada para el Mundial de Qatar- y ha anotado 38 goles con el combinado iraní. Es, en concreto, el tercer jugador con más partidos en la historia de esa selección.
Irán es escenario de manifestaciones después de que Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, muriera el 16 de septiembre tras su detención en Teherán por la policía moral, que le reprochaba haber infringido el código de vestir que obliga a las mujeres a llevar velo. Tras ello, Ali Karimi, que tiene ya 43 años, mostró su apoyo a todas las personas que se han manifestado en forma de protesta por esa muerte. «Nada podrá borrar esta ignominia», escribió en sus redes sociales el exfutbolista, que jugó en equipos como el Bayern de Múnich (desde 2005 a 2007) o en el Schalke 04 también alemán (2011).
El miércoles, el diario ultraconservador Kayhan acusó a Karimi de haber «dirigido los motines» y «echado aceite en el fuego de los problemas», que llevó «a la muerte y al martirio de los jóvenes» en el país. El viernes, tras el gran rezo, un grupo de partidarios de la República Islámica se reunió delante de la casa del jugador, al este de Teherán (capital del país), gritando «muerte al organizador de la sedición".
Karimi, apodado'el mago' por su virtuosismo durante su época como futbolista, vive desde hace algunos meses en Emiratos Árabes Unidos, según la prensa local. En 2010 fue despedido por su club por no haber realizado al ayuno musulmán y haber insultado a los responsables de la federación de fútbol. Fue autorizado a jugar de nuevo tras haber sido condenado a pagar 30.000 dólares de multa.
En junio de 2009, como varios futbolistas iraníes, llevó un brazalete verde, el color del candidato perdedor en la elección presidencial de Irán, Mir Hossein Moussavi, en los partidos de clasificación al Mundial de 2010.