Entrevista
Nayim: «Me hubiese gustado jugar con Marruecos pero la legislación me lo impidió»
El ceutí, autor del gol con el Real Zaragoza que puso en pie a España, reflexiona en El Debate sobre la conveniencia de si un jugador de Ceuta (o Melilla) debe defender los colores de Marruecos
Jugadores por la liga española han pasado muchos, pero que con el paso del tiempo sea aún recordado son ya menos. Uno de ellos es Nayim, autor de uno de los goles más míticos de la historia del fútbol español: el que marcó con el Real Zaragoza en la final de la Recopa de Europa en 1995.
Nayim atiende a El Debate desde Zaragoza, la ciudad en la que se hizo héroe y en la que este sábado cumple 56 años. Todavía hoy, más de 27 temporadas después del gol más épico que ha tenido el fútbol español, le paran por la calle y le recuerdan anécdotas vividas con aquél gol en el Parque de los Príncipes de París.
«La gente después de tantos años se acuerda de lo que hacía en ese momento o dónde vio el gol y cómo lo vivió. Algunos me cuentan que se lo perdieron porque se fueron a hacer un sándwich o al baño porque esperaban los penaltis», cuenta Nayim, el autor del gol que dio al zaragocismo, tan necesitado ahora de alegrías, el mayor de los triunfos en su historia, y que puso en pie a toda España, porque aquél tanto al Arsenal lo celebró todo un país.
La vida de Nayim hoy es la de un hombre de fútbol que está involucrado en varios medios de comunicación y que tiene «la idea de montar escuelas de fútbol para transmitir mi experiencia a los críos y enseñar valores que transmiten un valor en equipo».
Su Ceuta natal
Esos valores que aporta el deporte es a los que aspira para que se instauren entre los chavales de su Ceuta natal, ciudad que se ve a menudo alterada por ataques entre bandas criminales y crueles asesinatos.
Ceuta vive uno de los momentos más decisivos y tensos de su historia moderna. «Es un ejemplo para el mundo por la convivencia de las cuatro culturas diferentes que conviven en armonía», cuenta el futbolista más representativo de la Ciudad Autónoma con permiso de José Martínez 'Pirri', leyenda del Real Madrid.
«Últimamente están pasando cosas que no deberían pasar», dice en referencia al asesinato del cabo Dris, el militar de Regulares que fue tiroteado en el conflictivo barrio de El Príncipe. Son «cosas que ocurren entre bandas como ocurren en cualquier otra ciudad del mundo», añade para decir que su Ceuta «no es una ciudad insegura para nada».
¿El fútbol desde la base puede ayudar a que Ceuta saque a muchos chavales de la droga y la violencia? «Sin duda. El deporte en general es lo que hace que el crío se empape de buenos valores sobre todo de los deportes en equipo, que tienen más cosas, como el compañerismo, la convivencia, el sacrificio y muchas cosas que transmite el deporte que a los niños les puede ayudar en su futuro».
Nayim está marcado por una Ceuta que vive momentos complicados. «Espero que la gente tenga más posibilidades para poder salir de la ciudad y que se arregle la frontera para poder salir y entrar como antes se hacía», habla sobre las relaciones con Marruecos.
Ser de Ceuta, jugar con Marruecos
Es ese país, Marruecos, con el que España ha retomado relaciones tras el suceso de mayor tensión diplomática de los últimos 20 años: la invasión de más de 10.000 inmigrantes en menos de 24 horas en una ciudad de 19 kilómetros cuadrados. Y es Marruecos el país que eligen varios deportistas ceutíes en medio siempre de la polémica por cómo un español acaba jugando como marroquí.
El asunto sobre si es conveniente si un jugador de Ceuta (o Melilla) defienda los colores de Marruecos -país que considera a ambas ciudades españolas «territorios ocupados»- se ha abierto especialmente en esta última legislatura en Ceuta. Vox, que ganó allí las últimas elecciones generales, ha utilizado este tema para desgastar al gobierno del popular Juan Vivas, que recibe de forma habitual a deportistas ceutíes, entre ellos Anuar Tuhami, futbolista nacido y criado en Ceuta que estudió en los agustinos pero que eligió a Marruecos como selección a la que defender a través del fútbol.
Te puedes sentir español o español y marroquí, pero no dejas de sentirte español por jugar en otra selección
«Esto es muy simple», analiza Nayim, que también vivió la presión interna y externa de ser español, tener familia marroquí y decidir por qué país jugar. «A uno le gusta jugar partidos internacionales y está claro que (con Marruecos) uno ve más posibilidades de poder jugar o poder clasificarse a un Mundial o poder ganar una Copa África».
«Ven que hay más posibilidades estando en una selección como la de Marruecos que con la de España, más posibilidades de entrar en la convocatoria de la selección. En España hay muchísimos jugadores de un nivel altísimo. Marruecos se ha clasificado para el Mundial, así que imagínate el escaparate que es jugar un Mundial de fútbol. Son decisiones individuales que son inteligentes», sigue contando el exjugador ceutí.
«Jugar con Marruecos»
Para Nayim «tú te puedes sentir español o español y marroquí o lo que sea y al fin y al cabo esto es el mundo profesional, no tiene nada que ver con el sentimiento. Puedes sentir por las dos naciones, igual por tus antepasados, pero no dejas de sentirte español por jugar en otra selección».
Quien fuera héroe del Zaragoza y cuyo nombre siempre quedará en la memoria de los aficionados al fútbol en España tiene claro que él hubiera también jugado con Marruecos a pesar de ser español: «Jugué en la selección sub-18 y sub-16 española y fui subcampeón del mundo con España en 1985. Hubo una posibilidad de jugar el Mundial con Marruecos en 1994, pero había una legislación que no me lo permitía».
«Me hubiese gustado jugar con Marruecos en ese momento un Mundial», añade. Lo explica: «No tenía la posibilidad de jugar con España porque no me convocaban y como había jugado con la selección en categorías inferiores la legislación no te lo permitía. Ahora ha cambiado. Yo tuve esa posibilidad que la legislación no me dejó hacer, si no sí lo hubiera hecho».