Las dudas del Atlético: ¿le viene bien el parón por el Mundial o le perjudica?

Está KO el Atlético de Madrid en estos momentos. El equipo de Diego Pablo Simeone naufraga en cada partido que disputa y la sensación que da es que en cada encuentro va a peor. Un equipo sin alma e incapaz de ganar un partido.

Claro está, que aquel penalti fallado por Carrasco ante el Leverkusen que supuso la eliminación de la Champions League, ha sido un varapalo tremendo para una plantilla que no ha encontrado la manera de encajar ese golpe. Los rojiblancos han caído en una depresión desde entonces y habrá que ver si el Mundial sirve para que el conjunto colchonero se despejen la mente o si, por el contrario, les genera más ansiedad por encontrar el triunfo cuanto antes.

Un precedente para la esperanza

El único precedente de un parón tan largo del campeonato liguero fue el que ocasionó el coronavirus. Un parón que llegó en un momento similar al que atraviesa ahora el Atlético de Madrid, pues también estaban fuera de Champions y con la necesidad de retomar el vuelo para garantizar su presencia en la máxima competición continental.

No obstante, la situación en ese momento era diferente. En aquella temporada los rojiblancos vivían una época de transición y el equipo no era tan vulnerable como lo es esta temporada, donde nada le sale bien y la ansiedad por conseguir los objetivos mínimos les está pasando factura. Lo cierto es que salvo que conquiste la Copa del Rey, la temporada del Atlético será un suspenso aunque consiga clasificar a Champions League, algo que en vez de ser un objetivo tiene que ser una obligación.

Este escenario ha hundido la moral de un grupo que ve como su temporada ya está terminada en el mes de noviembre, una circunstancia que además ha generado que los aficionados rojiblancos pierdan el interés en su equipo y vuelvan a la frustración del curso pasado, donde el llegar a cuartos de la Champions League maquilló otro curso de lo más decepcionante.

Koke y Simeone tratan de remediarlo

«Quieren ver a su Atleti, que sea el Atleti de siempre, que trabaja, lucha, tiene coraje, corazón. Hay veces que no hemos podido encontrar eso. Que sigan confiando en nosotros porque vamos a sacar esto adelante seguro», declaraba Koke consciente de que la afición ha perdido las ganas de ver a su equipo, por eso, recordó que todavía les queda la Copa del Rey, pues como capitán es conocedor de que un buen papel en esta competición reengancharía a su gente. «Es un partido muy importante. Tenemos que hacer una Copa del Rey muy buena, por nuestra gente, por nosotros, porque nos lo merecemos, porque hay mucho trabajo detrás, aunque no nos salgan las cosas», concluyó.

Por su parte, Simeone consideró que: «Ahora toca terminar bien en la Copa del Rey con los futbolistas que se queden y esperar a los que vengan del Mundial para afrontar lo que vendrá con ilusión», haciendo clara referencia a que el equipo necesita este parón para que todos tengan tiempo de desconectar y volver con un cambio de mentalidad tras el Mundial.

Obligados a ganar

Antes del parón, el Atlético debe ganar sí o sí al Almazán, pues en caso de firmar un nuevo batacazo en la competición copera, los rojiblancos vivirían una segunda parte de la temporada sin ninguna ilusión a la que agarrarse y con la ansiedad constante de tener que clasificar a Champions.

En esta primera ronda de Copa del Rey podría ser la última vez que los colchoneros cuenten con todos los jugadores de la plantilla actual, ya que podrían producirse algunas ventas para paliar los daños económicos que ha supuesto la tempranera eliminación europea. Por lo que posiblemente la revolución en el Atlético comience en el mes de enero.