Emilio Butragueño: «Jugar en el Real Madrid me cambió la vida»
El Director de Relaciones Institucionales del Real Madrid recibe a El Debate con motivo del 75 aniversario de la inauguración del estadio Santiago Bernabéu, un lugar donde él se convirtió en leyenda
Emilio Butragueño recibe a El Debate en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, un lugar donde no solo entrena el primer equipo sino donde se cultivan las estrellas del mañana. Desde uno de los despachos de la planta noble, el hoy Director de Relaciones Institucionales del mejor club del siglo XX mira admirado uno de los campos de La Fábrica, el sitio donde muchos niños entrenan a diario para cumplir un sueño. El mismo sueño que él cumplió cuando se puso por primera vez la camiseta del Real Madrid y pisó el césped del Santiago Bernabéu. El estadio que el próximo día 14 de diciembre cumple 75 años de su inauguración y donde no había un solo día que el líder de la Quinta del Buitre no mirara hacia el segundo anfiteatro para encontrar la sonrisa cómplice de sus padres.
–¿Qué sintió la primera vez que pisó el césped del Bernabeú?
–Nunca se me olvidará. Desde pequeñito iba con mi padre al segundo anfiteatro y desde ahí veíamos los partidos. Yo debuté en Cádiz, el día 5 de febrero de 1984. En la siguiente jornada, el día 12, jugamos en casa contra el Zaragoza y fue la primera vez que debuté como titular. Recuerdo que cuando salté con mis compañeros al terreno de juego, miré a mi localidad donde de pequeño veía los partidos y ahí estaba mi madre con mi padre. Y entonces, en ese momento pensé: «Caray, ha cambiado la vida un poco, ¿no?» Sentí una gran gratitud hacia la vida y consideré que era una oportunidad extraordinaria que no podía desaprovechar. Afortunadamente fue así. La vida fue generosa, tuve suerte y me quedé allí mucho tiempo.
El Bernabéu es un lugar que sería imposible desligar de mi vida y al que le debo gran parte de lo que soy y de lo que tengo
–¿Cómo se sintió la primera vez que anotó y celebró un gol en el estadio?
–Es curioso, porque la de temporada que debuté marqué cuatro goles de ahí a final de temporada, pero los marqué fuera de casa. No marqué ninguno en el Bernabéu. El primer gol que hice en casa fue la temporada siguiente en una eliminatoria contra el Wacker Innsbruck. Ganamos cinco cero y yo marqué el cuarto. Me acuerdo perfectamente. Fue una jugada por la derecha y creo que fue Míchel el que centró. Fui al primer palo y me anticipé al defensa y golpeé con el interior. No estuvo mal. No fue mal gol.
Para ponernos un poquito en situación: Yo era un niño que en ningún momento pensé que podía jugar en el Real Madrid porque entendía que no tenía condiciones para jugar. El destino fue tan generoso que me dio esa posibilidad. Cuando marqué aquel gol, pues lógicamente dije: «ya le contaré a mis nietos que marqué un gol en el Bernabéu en un partido oficial». El Real Madrid ha sido parte de mi vida.
El día de la remontada ante el Anderlecht descubrí lo que es el espíritu del Bernabéu”
–En 75 años se han vivido muchas remontadas, ¿Qué recuerdos les traen lo vivido ante el Anderlecht?
–Yo tuve la suerte como aficionado del Real Madrid de ver algunas de esas remontadas en la época de 'Pirri', de Santillana, de Amancio... Las veía de pie detrás de la portería del Fondo Norte junto a mi padre. Y cosas del destino, años después tuve la suerte de participar en la primera gran remontada de nuestra época. El partido fue en septiembre de 1984 y este partido ante el Anderlecht habíamos perdido 3-0 en Bélgica. Yo llevaba en el primer equipo diez meses y fue un partido muy especial.
Esa noche descubrí lo que es el espíritu del Bernabéu, lo que es esa mentalidad ganadora del Real Madrid de que nunca nos entregamos. Yo era un niño y pude estar al lado de veteranos como Santillana, Juanito o Camacho que inculcaron durante los días previos a ese partido una atmósfera que es muy difícil de entender si tú no estás allí. El partido acabó 6-1. Nos sobraron 2 goles y 35 minutos (risas). Cuando acabó el partido, me acuerdo que vi a mi padre eufórico porque yo aquella noche marqué tres goles. Esa noche cambió mi futuro porque me convertí en titular indiscutible para Amancio. Fue la primera gran noche europea de nuestra generación y el inicio de una etapa preciosa para el club y para nosotros.
–¿Qué supone para usted, que ha defendido al club desde el césped, defenderlo ahora desde el ámbito institucional?
–Un honor. Evidentemente, lo mejor es jugar al fútbol y vestir esa camiseta en partidos importantes, sin duda. Ha sido una suerte para mí y un privilegio poder volver al club, sobre todo en el periodo en el que vivimos, con un presidente que sin duda va a dejar un legado extraordinario para las siguientes generaciones y en un periodo muy exitoso del Real Madrid.
–Defina el estadio Santiago Bernabéu con una palabra
–Es mi casa, mi refugio. Un lugar que sería imposible desligar de mi vida y al que le debo gran parte de lo que soy y de lo que tengo.
–¿Y el nuevo estadio, con qué palabra lo definiría?
–Ilusión, sueños y futuro. Tiene que ayudar al club a seguir siendo un líder mundial, no sólo en el mundo del fútbol, sino también en el del deporte. Va a ser un estadio espectacular que va a llenar de orgullo a todos los madridistas.