Isco, historia de un declive: de ídolo de España al vacío
Hace cinco años el malagueño lideraba a la selección y era coreado por todos; ahora nadie le quiere y se va por la puerta de atrás de Madrid y Sevilla
Septiembre de 2017. España, en su camino al Mundial 2018, recibe a Italia en el Santiago Bernabéu con el ambiente más festivo y espectacular de los que ha tenido la selección al menos en la última década. El combinado nacional se la jugaba, goleó a la que después sería campeona de Europa y un jugador destacó por encima del resto: Isco Alarcón.
Aquél día fue el apogeo futbolístico del malagueño. Pocas veces en un estadio se ha coreado de forma tan unánime a un futbolista. Los gritos de «Isco, Isco» retumbaban en el que era su estadio. Estaba además en un momento dulce en su club, el Real Madrid, con el que ganó Liga y Champions. Fue, recordemos, titular en la final de la Copa de Europa ante la Juventus.
Ahora, cinco años después de aquello, Isco es un futbolista sumergido en un claro declive, engañado por sus propias expectativas y a años luz de aquella promesa futbolista llamada a liderar a España durante muchos años. Es ya un futbolista sin equipo después del enésimo fracaso que ha supuesto su marcha del Sevilla. La tensión con Monchi en las últimas semanas ha derivado en que ambas partes, club y jugador, rescindieran un contrato de dos años y del que no se cumplió ni media temporada.
Retrocedemos esos cinco años en el tiempo porque además de que Isco estuviera en su máximo nivel –recordadísimo es el caño que le hizo a Verratti en aquél encuentro- también la figura en el banquillo era relevante. El seleccionador era Lopetegui, el mismo que después le dio continuidad en el Real Madrid y el que varios años más tarde fichó para el Sevilla. A Julen le echaron de todos esos lados, el último del Pizjuán, e Isco fue perdiendo su papel porque nunca se sintió cómodo sin el técnico vasco.
Agente libre a los 30
Enfrentarse al polémico Monchi, protegido en el Sevilla, fue ya saber que se iba a ir del club. Le recordó que no fue quien confió en él sino Lopetegui. Y sin su entrenador ya poco pintaba allí. Isco se va del Sevilla, es agente libre y cualquiera que le quiera le puede fichar gratis, sin pagar un euro a cualquier otro club. Esa sin embargo es su clave: ¿hay alguien que le quiera?
Hace un año Isco sabía que ya podía negociar por su cuenta sin dar explicaciones al Real Madrid. Al quedarle medio año de contrato tenía potestad para buscar un equipo que nunca llegó. Sabía desde tiempo que tenía que cambiar de club, ya que en Chamartín no iba a continuar, pero se quedó en un limbo deportivo. El malagueño, imagen hace años de la ilusión en el fútbol español, se convirtió en un jugador olvidado. En esas está ahora.
Está claro el declive de un futbolista que no ha estado bien aconsejado y que se ha ido diluyendo pese a su demostrada calidad. No es que ya se quedara lejos de jugar con la selección española que hace no mucho él lideraba con las botas sino que sus highlights se limitaban a sus entrenamientos 'caseros'. Con ellos este verano bajó todo el peso que tenía de más en sus últimas semanas en Madrid y se ganó la llamada del Sevilla.
Para el fútbol español es toda una pena que un futbolista talentoso, que deslumbró en aquél Málaga inolvidable de inicios de la década anterior y que ilusionó durante temporadas en Madrid, haya acabado así, siendo agente libre a los 30 años tras rescindir un contrato con el Sevilla que no cumplió ni al 25%. Es esta fracasada aventura en Nervión una definición perfecta del declive con el que ha ido viviendo en los últimos años y con el que ha elegido perder el foco futbolístico.
Ahora le queda esperar otra llamada. ¿La de Lopetegui otra vez? Julen inicia ahora en Navidad su proyecto en el Wolverhampton, equipo inglés al que llegó justo antes del parón por el Mundial. Esa es ahora la única vía posible –de nivel competitivo– y porque conocemos el historial entre entrenador y jugador. Más allá de esto la historia es la de un gran jugador que fue él mismo firmando su lento declive. En 2022 le desecharon dos equipos, Madrid y Sevilla.