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Las máscaras de hipoxia, las aliadas de Pintus para volver a hacer un Real Madrid campeón

El preparador italiano utiliza métodos punteros con los que lograr un gran rendimiento físico de la plantilla blanca

Cuando Carlo Ancelotti regresó al Real Madrid tuvo muy claro cuál sería su primer fichaje: ni delanteros, ni porteros ni defensas: Antonio Pintus era la prioridad. El club anunció su regreso mediante un comunicado como hace con las grandes incorporaciones.

Una muestra de lo que suponía la vuelta del italiano que llegó de la mano de Zinedine Zidane y que fue clave en la conquista de dos de las tres Champions consecutivas, además del doblete conseguido en 2017. Regresaba a Valdebebas con plenos poderes en la parcela física para volver a hacer un equipo campeón. Unos resultados que se vieron la pasada temporada cuando se volvió a conquistar un doblete histórico del que el italiano tiene gran parte de culpa.

Desde su vuelta ha implantando un importante número de novedades en la parcela física que destacan por su espectacularidad en los resultados, pero también por lo impresionantes que son para la vista. Uno de esos métodos en la utilización de las máscaras de hipoxia, un clásico en las pretemporadas blancas que han vuelto a Valdebebas en este parón por el Mundial de Qatar.

¿Qué son las máscaras de hipoxia?

Las máscaras de hipoxia se utilizan para simular los efectos de un entrenamiento en altura, ya que se encargan de restringir la entrada y salida de aire a través de unas válvulas. Esto, realizado durante un ejercicio físico, ayuda a mejorar el rendimiento por una respuesta de la sangre favorecedora.

¿Para qué sirven?

El objetivo de las máscaras de hipoxia es el de ayudar a mejorar el rendimiento del deportista. Estas máscaras podrían aumentar y mejorar la capacidad pulmonar de los deportistas e incluso provocar cambios a nivel hematológico, consiguiendo ralentizar la aparición del cansancio. Desde el regreso del italiano no hay pretemporada en la que no se trabaje con este tecnológico mecanismo que a veces se convierte en el peor enemigo de algunos jugadores blancos, que sudan la gota gorda con cada prueba de resistencia.

17 partidos en 5 competiciones

Los blancos afrontan un calendario que podría asimilarse a una bomba de relojería: 17 partidos en menos de dos meses donde llegarán a disputar hasta cinco competiciones. Sin parar desde el 30 de diciembre al 26 de febrero: Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Mundialito de Clubes y Champions League. Un auténtico desafío para el 14 veces campeón de Europa.

Un desgaste sin parangón para el que los blancos necesitan tener una preparación sinigual. De ahí que Pintus se pusiera manos a la obra para que el parón por el Mundial fuera una mini pretemporada con la que poder llegar al final de la temporada en perfectas condiciones y con las opciones intactas de poder levantar los títulos.