Lo que no se vio de la entrevista de Pelé y Maradona: pique con el sueldo y la sospecha de envenenamiento

Como dos músicos enfrentados, pero sin ser contemporáneos, Pelé y Maradona mantuvieron una rivalidad por ser reconocido como el mejor de todos los tiempos. Durante la era analógica, este pique se mantuvo en los periódicos, las radios y las televisiones. Después, con la aparición de internet (y su mayor implantación entre la generación que vio jugar más a Maradona que a Pelé) esta competición se recrudeció.

El primer encontronazo serio por esto podríamos datarlo en el año 2000. La FIFA, por aquello del cambio de siglo, preparó una especie de elecciones para premiar a los mejores. «Organizó una votación, mitad por internet, mitad por correo, mitad más un poquito lo que quisiera Blatter [entonces presidente de la FIFA]», escribió Alfredo Relaño en su libro 366 historias del fútbol mundial.

En la votación digital ganó Diego Armando Maradona, seguramente por la juventud y destreza digital de quienes lo vieron jugar solamente a él. Pero en otras parcelas ganó Pelé. Esto llegó a oídos de Maradona, que reclamó el premio para él. El ‘10’ siempre se definió como el jugador del pueblo e imponerse en la votación telemática le parecía la prueba del nueve de su legado y supremacía. Sin embargo, la FIFA hizo la de Salomón y acabó premiando a ambos, algo que todavía hoy en Argentina no comparten.

Para Maradona Pelé siempre fue un «esclavo» de la FIFA mientras él era el canchero universal, el hijo del pueblo. Ya avanzado el siglo, cada exceso verbal del argentino hacia Pelé recorría el mundo de punta a punta. Ambos pasaban de la admiración al odio con una facilidad poco creíble para el espectador medio. Maradona aseguraba que Pelé «había debutado con un pibe» y que «si en el cielo se pudiese jugar al fútbol» no le gustaría hacerlo con él. Pelé, algo más cordial (pero sobre todo veinte años mayor) mantuvo un perfil más sosegado (y también más brasileño).

En los días se ha viralizado un fragmento de la entrevista que mantuvieron en el programa ‘La noche del 10’, una de las muchas cosas que hizo Maradona una vez colgó las botas. Para ese primer programa, que tuvo bastante éxito, el argentino quiso entrevistarse con Pelé. Era el año 2005 y ya se habían dicho prácticamente de todo. Cuentan que Maradona cobraba entonces 40.000 euros por emisión, así que Pelé exigió un 20 % más (hasta los 48.000) para acudir al programa. La rivalidad, también en el banco.

Somníferos en el agua

De aquel programa ha sobrevivido para la mayoría el ‘que no caiga’ que hacen con la cabeza, esa ceremonia de la hermandad que solo un balón puede conseguir. Sin embargo, el programa tuvo un momento de tensión poco recordado: y es cuando Pelé le saca a Maradona el envenenamiento de Branco en el Mundial de Italia 1990.

—Yo también quiero hacerte una pregunta. Solamente yo y tú (sic.)

La cosa venía un poco ‘rígida’ ya por dos preguntas que le había hecho Maradona sobre su papel dentro de la FIFA y sobre si de verdad estaban destinando el dinero de los mundiales a mejorar la vida de la gente.

—No nos escucha nadie —bromeó Maradona ante la pregunta del ‘10’ brasileño.

—Pero tienes que decir la verdad.

—Sí —a Maradona le cambió un poco el gesto.

—¿Ustedes colocaron somnífero en el agua de los jugadores de la selección brasileña?

Maradona, que siempre dominó el regate en corto, salió de ahí levantando las manos: «Yo no fui, yo no fui». Justo como recuerda Alfredo Relaño, la pregunta le comprometía. «O quedaba como un mentiroso, cosa que nunca fue, o reconocía una trampa de Argentina a Brasil». El argentino se limitó a encogerse de hombros.

—Tú sabes quién fue —insistió Pelé.

—Se dice el pecado pero no el pecador. Realmente hubo algo de eso, porque Branco estaba muerrrrto —dijo Maradona llevando los ojos hacía arriba, simulando un desmayo—. Si bien ese episodio fue notorio, también fue notoria la superioridad de Brasil en ese partido (…).

—Yo hablé con Branco. Tú eras amigo de Careca, de Alemão, con quien jugabas en Nápoles. Yo le pregunté: «¿Pero no era tu amigo Maradona? ¿Cómo pudo pasar esto?».

—Se dice el pecado pero no el pecador. Yo nunca necesité dormir a nadie para ganar un partido —concluyó Maradona, y se llevó una de las mayores ovaciones de la noche, a la que se sumó también Pelé. El resto de la entrevista fue igualmente cordial. Cantaron, se dedicaron camisetas y dieron esos toques al balón que hoy, en la muerte de Pelé, se han recordado con tanta nostalgia en las redes sociales. Pues al final, es ‘solamente’ fútbol.