Courtois y Benzema, el perpetuo inicio y fin del Real Madrid del éxito
El último partido en Valladolid lo dejó claro: si el portero belga y el delantero francés están bien, el equipo de Ancelotti es imbatible
Todo gran equipo necesita un gran portero y un gran delantero. Si son los mejores del mundo, como ocurre con el Real Madrid, provoca que los éxitos sean los que se dieron en 2022, los mayores que se pueden conseguir. La duda es si seguirá en 2023, pero el último partido en Valladolid, jugado el pasado viernes en la última jornada del 2022, avanzó que así será.
Ese duelo dejó de forma muy clara la dependencia que tiene este Real Madrid del portero belga y del delantero francés. Si ellos están bien, el equipo de Ancelotti funciona a la perfección y da perfectamente para ganar cualquier encuentro de Liga. Si ellos dos están muy bien alcanzan el mayor éxito en forma de títulos (la Champions League 2022 fue el mayor ejemplo). Y si ellos están algo más renqueantes –como ocurrió en el primer tramo de esta temporada con Benzema– el Madrid lo nota.
El sostén de Courtois
De Valladolid quedará que Karim marcó un doblete a partir del minuto 80 y sus goles salvaron al Real Madrid. Y es verdad. Pero para entender que en ese último encuentro de LaLiga el actual campeón llegara en empate hay que fijarse en lo que hizo Courtois. El belga, que viene de un fracaso en el Mundial (ante lo que hay que reponerse, algo nada fácil), sacó dos manos impresionantes. La primera fue a un disparo de Álvaro Aguado que iba a la escuadra y que el propio jugador del Real Valladolid ya celebraba.
Especial relevancia tuvo una sensacional parada ya en la segunda mitad donde sacó otra mano espectacular a un remate de cabeza de Sergio León. Justo le había botado el balón medio segundo antes, pero Courtois estiró la mano hasta el límite. Fue una de esas paradas que dan puntos y solo apta para guardametas de un altísimo nivel.
Sirva lo que ocurrió en Valladolid para representar lo que es este Real Madrid. No es nada aislado. Benzema-Courtois es una dupla más que relevante, es el inicio y el final de un equipo tremendamente exitoso. Que el Mundial de Qatar, cita más importante del año, no olvide lo que hizo el club blanco en 2022, con una Liga brillante ganada y una Champions mucho más que espectacular, historia del fútbol.
Y para conseguir eso se hizo con un portero que hizo milagros y un delantero que marcaba goles decisivos. Benzema ganó un Balón de Oro más que justo pero más allá de que su calidad fue impresionante lo consiguió porque tenía un equipo detrás muy bueno. Y dentro de esos jugadores destaca Courtois, porque los goles de Benzema serían insignificantes si el belga no hiciera paradas.
Pero no paradas cualquiera, sino paradas como las que hizo en Valladolid. Paradas que dan puntos, que mantienen con vida al equipo y que propician además una mayor carga moral al equipo blanco. El partido en Zorrilla puede además suponer un punto de inflexión toda vez que se dejó la puerta a cero, algo que costaba mucho antes del parón por el Mundial.
Así, dos jugadores que no tuvieron relevancia en Qatar –uno ni jugó y el otro cayó en primera ronda– llegaron al mejor nivel posible para terminar el año con el Real Madrid. A partir de ahora, sobre todo en el caso de Benzema, tienen que equilibrar esfuerzos ya que, si se avanza en Copa del Rey, jugarán dos partidos cada semana hasta mediados de marzo. Hay, además, dos títulos en juego en los próximos 50 días: la Supercopa de España en Arabia Saudí, a mediados de enero, y el Mundial de Clubes, en Marruecos, un mes después.
Con todo ello, y necesitándose el uno al otro y beneficiándose con ello el Real Madrid, Thibaut Courtois y Karim Benzema firman ya una dupla de época en el Santiago Bernabéu y muestran a la perfección que un equipo empieza en la portería y acaba en el ataque, pero que si una de las dos cosas falla, la otra ni arranca.