El Atlético pasa de competir con los grandes a alimentarse de sus descartes

Han cambiado mucho las cosas en el Atlético de Madrid en los últimos años. El club rojiblanco ha buscado acercarse a Real Madrid y FC Barcelona con la estrategia de adquirir varios futbolistas de estos dos equipos, una fórmula que no le ha salido mal del todo, pero que a la larga ha resultado ser perjudicial, ya que no deja de adquirir jugadores que son descartes de los dos colosos del fútbol español.

Los colchoneros tienen en este momento cinco futbolistas con pasado en Real Madrid (Marcos Llorente, Sergio Reguilón, Mario Hermoso y Álvaro Morata) o Barcelona (Griezmann). A ellos se le sumará ahora Memphis Depay, toda vez que el neerlandés lo tiene prácticamente hecho con el Atlético. Esto supone una gran cifra en una plantilla de tan solo 21 jugadores, es decir, un 28,57 % del equipo está compuesto por exfutbolistas de los que son los principales rivales del Atlético de Madrid en España. Y exjugadores que ni Madrid ni Barça querían en su plantilla.

¿Funciona la estrategia?

Son muchos los que consideran que el Atlético de Madrid consigue temporada tras temporada sacar tajada de la mala situación económica que atraviesa el Barça, algo que viendo el rendimiento que han dado jugadores como David Villa, Luis Suárez o Antoine Griezmann parece una realidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los dos primeros dieron en el Barça sus mejores años de fútbol y en el Atlético permanecieron muy poco tiempo y dejando un vacío de gol al que no le encuentran solución, sobre todo a la marcha del uruguayo.

El caso de Griezmann es distinto, pues el Atlético ha salido ganando claramente, aunque hay que tener en cuenta que el jugador francés ya no es el mismo que cuando se fue. Su contribución goleadora se ha reducido mucho y eso lo nota su equipo, pues a pesar de que todo el juego pase por sus botas, ya no es igual de decisivo que en su primera etapa. No obstante, si alguien ha salido ganando en este asunto es el Atleti, que vendió al atacante galo por 120 millones de euros y lo consiguió repescar dos temporadas después por tan solo 20.

Donde ya hay más dudas de si están funcionando este tipo de fichajes es con los jugadores del Real Madrid. El Atlético tiene su plantilla llena de exmadridistas. Además de que son futbolistas a los que la afición rechaza de primeras, muchos de ellos no han terminado de dar el rendimiento que se esperaba, en especial Álvaro Morata y Mario Hermoso, que a pesar de que tiene un rol importante en el equipo no están siendo los jugadores imprescindibles que se esperaba cuando llegaron.

Un caso aparte es el de Sergio Reguilón, que el Atlético ni siquiera tiene en propiedad –está cedido por el Tottenham– y que ha estado prácticamente inédito en lo que va de temporada. Además, ahora estaba empezando a contar con algunos minutos y su expulsión absurda ante el Almería suele ser de las que no perdona Simeone.

Un 28,5 % de la plantilla dl Atlético está compuesta por exjugadores de Madrid y Barça que estos clubes no les querían

Quien si ha funcionado es Marcos Llorente, pero hay que tener en cuenta que el ex del Real Madrid llegó para suplir el hueco que dejó Rodrigo Hernández en la posición de pivote y ahí Llorente apenas ha jugado desde que está en el Atlético, donde su puesto ha sido de interior derecho y en algunas ocasiones en el lateral, por lo que realmente fue un fichaje reconvertido y al que además le costó entrar en dinámica.

Función de Depay

Con el fichaje inminente de Depay se ha abierto el debate sobre si es un jugador hecho para jugar en el Atlético, ya que no es un goleador y además tampoco destaca por su sacrificio en defensa. Por último, hay que tener en cuenta el periodo de adaptación que suele exigir el 'Cholo' a los nuevos fichajes y el poco éxito que han tenido las incorporaciones de invierno desde que él llegó al banquillo colchonero.

El jugador neerlandés parece que es otro cromo repetido en la plantilla del Atleti, totalmente descompensada y genera la duda de si los rojiblancos deberían volver a fichajes de estrellas de equipos un escalón por debajo de ellos, como por ejemplo Radamel Falcao, Antoine Griezmann o Arda Turan, o mantener esta política de intentar devolver al máximo nivel a jugadores que no pasan por su mejor momento pero que ya conocen la exigencia de estar en un club que trata de competir por cada título que juega.