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Saúl Ñíguez celebra su gol ante OsasunaAFP

Osasuna 0-1 Atlético de Madrid

Saúl ayuda al Atlético a lamerse las heridas

El gol del canterano rojiblanco le permite seguir aferrado a los puestos de Champions, aunque volvió a pecar de no cerrar los partidos y acabó sufriendo en exceso

Saúl volvió a sonreír con la camiseta del Atlético de Madrid. Un jugador que explotó en la temporada 2015–2016 y que vivió sus mejores momentos con la elástica colchonera hasta la temporada 2018–2019 donde su nivel bajó, pero el peso de su nombre le hacía permanecer en el once. La escasez de minutos que sufriría en las siguientes temporadas le hizo tomar la decisión deportiva más dura: salir del equipo de su vida. Puso rumbo al Chelsea donde tampoco encontró la estabilidad deseada. Volvió esta temporada a la entidad rojiblanca y siguió viviendo casi en el ostracismo. Solo su elevada ficha le ha impedido salir de nuevo del Metropolitano. Sin embargo, el Cholo recurrió a él en Pamplona y cuando llevaba solo tres minutos en el campo enganchó un espectacular pase de De Paul y, tras domar el esférico con el pecho, batió a Aitor Fernández. Un gol que devolvió a la vida a Saul y al Atlético de Madrid le permite seguir soñando con la Champions

Se enfrentaban en El Sadar dos equipos que atravesaban por un presente muy distinto y dos estados de ánimos antagónicos. Osasuna, con su victoria ante el Sevilla, certificó su pase a las semifinales de Copa, mientras que el Atlético de Madrid naufragó en el derbi. Con LaLiga como única competición en la que centrarse, el equipo de Simeone no podía permitirse ningún fallo más. Empatado con Betis y Villareal, a solo tres puntos del equipo navarro. Un partido más que importante.

Simeone optó por Pablo Barrios en vez de Morata, que no se recuperó a tiempo tras las molestias que arrastraba del partido del Bernabéu.

El equipo rojiblanco saltó al frío césped de Osasuna con ganas de tener la iniciativa del encuentro. Griezmann volvió a demostrar en los primeros minutos del encuentro que por él iban a pasar el mayor peligro de su equipo. Tocaban los rojiblancos, pero sin profundizar.

Por su parte, en el combinado rojillo, Abde era el hombre con mayor peligro. A base de velocidad y desborde ponía en peligro a la defensa colchonera.

En el minuto 25, llegó una de las ocasiones más claras del Atlético cuando Griezmann botó un corner desde la derecha econtrando la cabeza de Giménez, que entró genial al remate, pero cuyo disparo se marchó alto.

Correa intenta llegar a un balón que Aitor blocaEFE

13 minutos después, Griezmann tuvo la ocasión más clara cuando recibidó un gran pase de De Paul pero Aitor Fernández evitó que los visitantes se adelantaran en el marcador.

El Atlético parecía haberse quitado los grilletes de los últimos encuentros, pero el gol no llegaba.

La primera parte llegaba a su fin con ambos equipos proponíendo intención, pero no ejecución.

Simeone tiró de Carrasco nada más salir del túnel de vestuarios, lo que evidenciaba una nueva oportunidad que el técnico argentino le daba al jugador belga tras su actitud en el partido del Bernabéu .

La segunda parte comenzó como la primera, con Griezmann llevando todo el peligro. Intentó sorprender a Aitor desde fuera del área, pero el portero del equipo navarro blocó el balón en dos tiempos.

Osasuna echaba de menos su colmillo

Los de Simeone, según avanzaba la segunda parte, acorralaban cada vez más a un Osasuna que parecía echar menos el colmillo habitual que ha caracterizado al conjunto de Arraste.

Osasuna despertó en el minuto 56 gracias a un cabezazo del Chimy Ávila que a punto estuvo de colarse en la meta de Oblak. Una jugada que sirvió como despertador para los locales. El cancerbero esloveno salvó a los suyos cuando, en el minuto 62, Moi Gómez empaló balón desde la izquierda y el esloveno respondió de la mejor forma.

El portero volvió a lucirse en el 70 sacando una mano salvadora a disparo de Diego Moreno que se envenenó al tocar en Saul. Osasuna comenzaba a comer terreno a un Atlético que cortó por lo sano el despertar de los navarros con un pase medido de De Paul que envió a la red Saul tras un buen control con el pecho.

Los de Simeone decidieron echarse a por el partido. Griezmann y Giménez probaron suerte en el minuto 80 y se encontraron con la mejor versión de Aitor, que mantenía a los suyos con vida. Sin embargo, los rojiblancos de diluyeron en los minutos posteriores, lo que permitió a los rojillos soñar con el empate. Un sueño que se encargó de desvanecer Oblak, que volvió a salvar a los suyos y que permite que el Atlético se lama las heridas de la Copa y se aferre a las plazas de Champions.