Cuando ser campeón del mundo con Argentina acaba con pitada en los equipos españoles
Varios jugadores de LaLiga han sido abucheados por sus aficiones tras ganar el Mundial de Qatar
Ser campeón del mundo es lo máximo a lo que aspira un futbolista profesional a lo largo de su carrera. La Copa del Mundo es el título que todos desean ganar ya que es un evento único que solamente se disputa durante cuatro años y que es el apogeo en el mundo del fútbol.
En el Mundial de Qatar fue Argentina el país que al fin besó la gloria y logró bordar en su pecho una tercera estrella que se les llevaba resistiendo desde 1986. En esa selección estaban grandes nombres de la liga española como Rodrigo de Paul, Nahuel Molina, Marcos Acuña, Gonzalo Montiel o Alejandro 'Papu' Gómez, futbolistas muy cuestionados en sus equipos –Atlético de Madrid y Sevilla– y a los que se les ha acusado de no esforzarse por igual en sus clubes, que además no pasan precisamente por un buen momento.
Grandes pitadas
El jugador más criticado de todos ha sido sin ninguna duda Rodrigo de Paul, que recibió una increíble pitada al salir al campo en el partido entre el Atlético de Madrid y el Real Valladolid. La afición rojiblanca se sintió molesta por las excesivas fiestas del nacido en Sarandí, que tardó en reincorporarse a las órdenes de Simeone y además llegó lesionado.
Por este motivo, el argentino, que desde la pitada lleva dos muy buenos partidos, aceptó los silbidos y reconoció los errores que ha cometido en el año y medio que lleva en el Atlético de Madrid. «La gente se expresa y cuando lo hacen siento que tienen razón. Es parte de esto. Yo siempre sentí el apoyo de ellos cuando la gente lo necesitó. Jugar en el Metropolitano es jugar con uno más. Nos animan y no nos dejan rendirnos. Soy un agradecido a la gente, por ellos somos más grandes. Todos los días quiero aportar más al Atlético. Creo que le puedo dar más al club y seguramente se lo daré», comentó el argentino hace unos días.
También en el Atlético ha habido críticas a Nahuel Molina, aunque mucho menores y sin poner en duda su compromiso. No obstante, el jugador de 24 años está empezando a convencer en la parroquia rojiblanca y consideran que su bajo rendimiento a principio de temporada fue por los típicos problemas de adaptación a un nuevo sistema.
Los jugadores del Sevilla
«Juegas cada tres días, viajes, partidos. El último mes va a ser complicado. Antes de que arranque el Mundial va a ser complicado, hay que ver dónde vas a tener la cabeza. Con toda la sinceridad del mundo, va a ser así». Estas palabras las dijo el 'Papu' Gómez en una concentración con Argentina previa al Mundial y evidentemente no sentaron nada bien al sevillismo, que vio después como el jugador estaba pensando más en Qatar que en sacar adelante la complicada situación que atraviesa el equipo andaluz, por lo que la afición le respondió con pitos en cuanto tuvo la oportunidad.
También fue muy criticado Marcos Acuña, que de hecho estuvo en la rampa de salida después de que se negara a pasar por quirófano para poder estar en el Mundial. No obstante, parece ser que su lesión no necesitaba realmente de una cirugía y el lateral izquierdo criticó a la directiva de su club después del Mundial. «Se dijeron muchas mentiras de mis lesiones. No tuve el respaldo del club y eso me entristeció un poco. Soy jugador de Sevilla y el club tendría que haber salido a aclarar la lesión que tenía. Siempre estuve comprometido», aclaró.
Por último, Gonzalo Montiel, que fue quien transformó el penalti que convirtió a Argentina en campeona del mundo, también ha sido cuestionado en Sevilla, no por su compromiso, pero sí por su rendimiento, ya que no acaba de hacerse con la titularidad y en Nervión esperan mucho más de un jugador que asumió la responsabilidad de tirar el penalti decisivo en una final de la Copa del Mundo.