El Manchester United deja vivo a un Barcelona que vuelve a la realidad de Europa

El Barcelona se jugará el pase a los octavos de la Europa League –sí, Europa League, la Champions League les queda muy lejos– en Old Trafford. El equipo de Xavi Hernández salió vivo de un encuentro de ida precioso en el que el Manchester United les perdonó, aunque los culés al final pudieron llevarse la victoria.

En un encuentro vibrante, con un Rashford imparable y un Barça que se dio cuenta que esto no es la Liga (donde todo es más fáciles), Barcelona y Manchester United empataron (2-2) y la eliminatoria se decidirá en Inglaterra.

La Europa League no es la Liga

La Europa League ya es otra cosa. Aquí hay rivales que sí aprovechan sus ocasiones. Mientras en LaLiga todo rival que se acerca al área del Barça falla sus ocasiones en Europa no se perdona prácticamente nada. Y los rivales llegan y les crea mucho peligro. Podrá ganar o perder el equipo de Xavi, pero Europa es otro mundo. La comodidad con la que viven en España es irreal. No hay mayor demostración de que nuestra Liga no es competitiva y vive sus momentos más bajos cuando su líder, que además saca ocho puntos al segundo, sufre muchísimo en competiciones europeas. Sea contra sea, porque es verdad que el United es un gran equipo, pero ocurre sea cual sea su rival.

La primera parte fue emocionante. En realidad lo fue todo el encuentro. Hubo ocasiones de ambos equipos y el Barça se encontró que ahora sí tenía rival. Se ha acomodado tanto a una superioridad irreal en Liga que cuando sale de allí no sabía como se jugaba. El ritmo es otro y el United le puso contra las cuerdas en varias fases de la primera parte. También el Barcelona tuvo las suyas a la vez que un puñetazo de Gavi por detrás y sin balón se cerraba con amonestación verbal.

Se desata el partido

Se lesionó Pedri, llegó la segunda parte y el partido se rompió por completo. Lo hizo con un fallo de David de Gea, que se comió un débil cabezazo de Marcos Alonso. El defensor llegó muy bien desde atrás a la salida de un córner, cabeceó y le brindó un gol a su padre, recientemente fallecido. Le costó al tercer Marcos Alonso del fútbol español contener las lágrimas. Fue una imagen emocionante.

Tres minutos después golpeó Rashford, que lleva 13 goles en los últimos 15 partidos. También se la 'comió' Ter Stegen con uno de los pocos fallos de la temporada. Por su palo entró el remate del inglés, que activó al United con carreras y peligro continuo. El partido fue precioso y ante eso el Barcelona se ahogaba, no está acostumbrado a ello.

Ya lo hemos dicho varias veces aquí. Una cosa es el fútbol español y otra el europeo. Al Barcelona le vale en Liga el 'unocerismo', marcar un gol y no hacer nada más. Sus rivales acaban fallando ocasiones claras y les da un acongoje acercarse al área culé. Eso en Europa no pasa. A nivel continental hay otro ritmo y jugadores que no fallan. En Europa no se perdona. El líder de LaLiga es muy frágil cuando sale al exterior.

Koundé se marcó en propia en una espectacular jugada de Rashford, que le hizo un estropicio por banda a Jordi Alba y se fue como quiso para centrar. El United desarboló por completo a un Barça que se recuperó no sabe muy bien como, pero por supuesto sin el estilo que tantas veces promulgó Xavi. El Barcelona resucitó con una acción muy aislada, un centro muy débil de Raphinha que Lewandowski no llegó a rematar, pero cuyo movimiento engañó a De Gea. Era el 2-2.

En los últimos minutos el Barcelona tuvo la victoria, primero con un remate al palo de Casemiro, que se equivocó de lado, y después con un paradón de De Gea con el que se intentó redimir de sus fallos en los goles culés. Ahí se quedó el duelo, con un empate con el que la eliminatoria queda muy viva para el encuentro de vuelta.