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Florentino Pérez y Joan Laporta en la comida de directivas del último Clásico celebrado en BarcelonaReal Madrid

El Real Madrid observa el escándalo del Barcelona desde la barrera

El Real Madrid no piensa tomar ninguna decisión ante el escándalo generado por el Barcelona y el descubrimiento de sus pagos periódicos y millonarios al vicepresidente del comité Nacional de árbitros, Enríquez Negreira, desde 2001 a 2018. El club blanco no es actor en este caso de corrupción y reflexiona que es una situación que afecta a muchos clubes y a todo el fútbol español. Lo que no quiere es que se convierta en otro duelo Real Madrid-Barcelona, porque no lo es. Deben ser la Federación Española de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional, así como la Justicia, los entes que tienen que intervenir en este escándalo y los que habrán de emitir sanciones si se demuestra la corrupción que se presume al constatar que el Barcelona pagó 7,6 millones de euros a Enríquez Negreira desde 2001 a 2018.

El Real Madrid ve los toros desde la barrera y espera. Javier Tebas y Luis Rubiales deberán personarse como acusación particular si las resoluciones de la Justicia incriminan al Barcelona y a Enrique Negreira. Si el caso se instrumenta judicialmente primero tendrán que declarar junto a árbitros y exárbitros de toda la etapa de Enríquez Negreira como vicepresidente del Comité Técnico arbitral. Y el Consejo Superior de Deportes, máximo organismo del deporte español, también deberá tomar cartas en el asunto y argumentar castigos si así lo decide después de una investigación profunda y paralela a la de la Justicia.

Perjudicados todos, no solo el Madrid

En el Real Madrid reflexionan que todo el mundo habla de este caso de corrupción del Barcelona como un perjuicio sufrido por el conjunto madrileño. Efectivamente, si se demostrara y se confirmara, la entidad del Bernabéu sería una de las más perjudicadas, pero también lo serían todos los clubes de fútbol de Primera División.

Si solo nos centramos en los tres años que ha juzgado la Hacienda española, desde 2016 a 2018, el primer afectado sería el Atlético de Madrid, que fue segundo en los campeonatos de 2016 y 2018. Pero hemos visto como el expresidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, afirma que esos pagos a Enriquez en Negreira como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros se realizaron desde el año 2001 a 2018.

Enríquez Negreira fue colegiado de Primera 13 años y después vicepresidente del Comité de ÁrbitrosEFE

Por ende, los perjudicados son todos los clubes del fútbol profesional. Están afectados muchos equipos que quedaron, por ejemplo, quintos en esos campeonatos ligueros y que, si se confirmara judicialmente esta corrupción, podrían solicitar daños y perjuicios por no haber podido clasificarse cuartos y haber entrado en la Champions. Por no hablar de los equipos descendidos y que pueden alegar que perdieron sus partidos frente al Barcelona a lo largo de esos 17 años. El caos de esta corrupción es enorme y puede afectar a todas las clasificaciones de todas esas ligas.

El Real Madrid quiere evitar, por ello, que este escándalo se catalogue, como un combate Real Madrid-Barcelona. Quiere evitar precisamente que se centre en una guerra fácil entre los dos grandes. No lo es. Va mucho más allá. Es la Liga la primera perjudicada y es ella la que primero debe de intervenir. Pero Javier Tebas ya ha dicho que quiere esperar acontecimientos judiciales y que no puede sancionar porque el caso está prescrito, pues se juzga el trienio 2015-2018 y en el fútbol profesional solo se castigan los últimos tres añoso.

A la par debe actuar la Federación Española, que se encuentra implicada directamente en el escándalo porque los árbitros son potestad suya. La Federación sí puede castigar si considera que es un caso grave. Su legislación sí permite sancionar ante situaciones extraordinarias.

El Real Madrid lo criticó siempre

Es una realidad empírica que el Real Madrid siempre criticó durante todo ese largo periodo los arbitrajes sufridos, al valorar que había que reformar totalmente el segmento arbitral, una postura que lo enfrentó absolutamente ante Ángel María Villar y Sánchez Arminio, el jefe del arbitraje español en toda la extensa era de la presidencia de Villar, desde 1988 a 2019,

Lo que se llamó vulgarmente Villarato fue esa crítica de unos arbitrajes que perjudicaron ostensiblemente al Real Madrid en muchos momentos. Un perjuicio que ahora subraya también la entidad del Bernabéu con la permisividad de la violencia contra Vinicius, el último exponente de esta oposición a un sistema viciado desde que Villar y Sánchez Arminio tomaron el poder. Porque hay que destacar que muchos de los árbitros de esa era continúan dirigiendo partidos o mandando desde el VAR.

Vapuleado por criticarlo

El Real Madrid ha pedido desde hace dos décadas el cambio total del sistema arbitral y eso le creó muchos enemigos. Actualmente también critica un sistema viciado desde entonces, que permite tanta violencia. Desde el madridismo se ha manifestado siempre que esos grandes perjuicios se contrastan cuando el Real Madrid ha ganado más Champions que Ligas en los últimos diez años. No era, no es, normal. El descubrimiento de este caso de corrupción es la confirmación de unos déficits que se subrayaron a lo largo de lustros. Pero son las entidades más importantes del fútbol español las que deben dar un paso adelante e intervenir, no un club en particular.

El Real Madrid siempre pidió una reforma total del arbitraje español y fue una solicitud que hizo siempre cuando Ángel María Villar era presidente. Luis Rubiales prometió que cambiaría todo, pero en el VAR y en el césped siguen los mismos perros con distintos collares. Ese cambio del arbitraje nunca se produjo y ahora se repiten estas mismas situaciones. La violencia centrada contra Vinicius y la inactuación de los árbitros es una realidad palpable.

El Real Madrid quiere evitar que este escándalo se catalogue como un combate Real Madrid-Barcelona

El Real Madrid considera que el arbitraje es uno de los grandes problemas del fútbol y la corrupción detectada entre el antiguo vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros y el Barcelona ensalza esta postura.

El campeón de Europa se encuentra expectante ante las decisiones de la Federación y de la Liga y no le corresponde a él como entidad particular dar el paso adelante. Y por encima de la Federación y de la Liga se encuentra el Consejo Superior de Deportes, que es quien debe dirigir toda esta investigación e intervenir con los veredictos que considere convenientes.

El Real Madrid mira el terrible jaleo a una cierta distancia y en su sentimiento interior piensa que todas sus críticas a las deficiencias arbitrales tenían y tienen muchos argumentos. Y deja para la Justicia, el Consejo Superior Deportes, la Federación y la Liga el análisis de la falta de ética y de moral que aúna todo el caso. Pero al Real Madrid no le toca juzgar este caso, hay muchos jueces para hacerlo en diversos entes y son ellos los que deben hacerlo.