El Barça reconoció no tener contrato con Negreira: «¿Lo decimos o nos hacemos los locos?»
La Oficina Nacional de Investigación del Fraude se dirigió al club para pedirle los pagos al vicepresidente arbitral y alegaron que «contrato escrito no hay»
El Barcelona reconoció, a través de comunicaciones internas, que no tenía contratos con Enríquez Negreira, el vicepresidente de los árbitros españoles al que el club azulgrana estuvo pagando, al menos, desde 2001. Esto entra en contradición con lo que el propio Barça dijo nada más destaparse el escándalo, en el que con un comunicado oficial dijo que el club «contrató en el pasado los servicios de un consultor técnico externo».
De ese contrato no hay rastro en la entidad catalana. Y además lo sabían en la entidad, tal y como se desprende de la documentación a la que ha tenido acceso el diario El Mundo. En concreto, cuando la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) se dirigió al Barça –principios de 2021– para pedirle los pagos a Negreira el club alegó que «contrato escrito no hay». Así lo dijo el jefe de Administración del FC Barcelona.
«No sé si preferís decirlo explícitamente o hacernos el loco», llegó a decir este trabajador del Barça a los abogados que el club contrató para contestar ese requerimiento de la Oficina de Investigación del Fraude. La frase deja a la clara que Negreira había estado cobrando del Barcelona sin contrato alguno. Hay que recordar que el vicepresidente del Comité de Árbitros se llevó al menos siete millones desde 2001 por esos trabajos de «asesoría» al club azulgrana y bajo la presidencia de cuatro mandatarios: Gaspart, Laporta, Rosell y Bartomeu.
En las comunicaciones internas desveladas por El Mundo el jefe de Administración del Barça le dice a uno de los abogados contratados que «las facturas son todas iguales y son un montón, sólo cambia el mes», hechos que se hicieron para el «asesoramiento de vídeos técnicos».
Por su parte, Hacienda solicitó al Barcelona «la descripción detallada de los servicios prestados por los citados contribuyentes», algo que el club catalán no pudo detallar ya que los servicios que les brindaba Enríquez Negreira eran de «información privada».