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Mourinho tenía razón: sus denuncias y los «por qué» con los que señaló la bula arbitral del Barcelona

El portugués avanzó que en el fútbol español había algo raro a favor del Barça: le llamaron conspiranoico, pero ahora su esperada respuesta a los «por qué» ha llegado por parte de la Fiscalía

Una frase se repetía entre el madridismo hace una década y ahora cobra sentido: José Mourinho tenía razón. El técnico portugués, ahora en la Roma, fue la gran figura futbolística que fue denunciando –y poniendo su cara para ello– las cosas raras que pasaban en el arbitraje español a favor del Barcelona.

En este 2023 se cumple una década de la marcha del técnico portugués del Real Madrid. En el Santiago Bernabéu estuvo tres intensos años que quedan en el recuerdo por enfrentarse al mejor Barça de la historia, aquel con Guardiola como entrenador, con Messi como máxima estrella y teniendo de escudero a Xavi Hernández, hoy técnico de los culés. A la vez pagaban millones a Negreira. Mientras tanto, Mourinho se 'partió' la cara por el Real Madrid, algunas veces con aciertos, otros con fallos, pero fue quien hizo ver que pasaban cosas raras.

La frase de «José Mourinho tenía razón» resuena ahora con más sentido. La etapa del portugués se caracterizó por una bronca constante que en muchos casos ocultaba el mensaje real que fue denunciando: había cosas raras, arbitrajes escandalosos y perjudiciales para el Real Madrid que ayudaban al Barcelona. Entonces eran únicamente sospechas, algo que se veía en el día a día, quejas de un entrenador a veces tratado como un loco. De eso, a tenor de lo que la Fiscalía ahora recoge, no tenía nada.

En su escrito de denuncia al FC Barcelona, el Ministerio Público recoge que el Barça pagaba a Negreira «a fin de que, en su calidad de vicepresidente del CTA y a cambio de dinero, realizara actuaciones tendentes a favorecer al Barça en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club y así en los resultados de las competiciones». Es decir, le pagaba para que tuvieran resultados favorables. Esto ya lo avisó, con sus formas y sin decirlo con esas palabras (no podía), el luso.

Mourinho lo avanzó todo

Fue José Mourinho quien denunció de forma clara que en España había un problema con el arbitraje. No era solo un tema de pitar un penalti o expulsar a un jugador, que de eso supo bien el portugués, que llegó a preparar partidos contra el Barcelona con 10 jugadores porque sabían que siempre caían las rojas del mismo lado. Eran también designaciones arbitrales, situaciones repetitivas en las que los árbitros que arbitraban al Barça y se equivocaban eran premiados mientras que al Madrid de Mourinho a la mínima salían perjudicados. Hablamos de una etapa totalmente opaca con Villar en la Federación y Sánchez Arminio en el Comité de Árbitros perpetuados ya dos décadas.

Se le vilipendió a Mourinho por avanzar que algo estaba podrido, tal y como se ha demostrado 10 años después. Comenzó su etapa en 2010 con un papel en el que mostraba los 10 errores que a su juicio el árbitro Clos Gómez había tenido en un partido ante el Sevilla. Clos Gómez es ahora el jefe del VAR en España. El papel venía del club, pero Mourinho puso la cara. Lo hizo siempre.

José Mourinho avanzó con frases, gestos y denuncias lo que ahora la Fiscalía ha investigado con el caso NegreiraGTRES

Si algo se recordará para siempre de Mourinho en el Real Madrid fue aquella rueda de prensa tras perder ante el Barcelona en la ida de semifinales de Champions en la que recitó lo que ahora, de otra forma, denuncia la Fiscalía. «Si digo lo que pienso y lo que siento termina mi carrera hoy. Y como no puedo decir lo que siento, dejo solo una pregunta y espero un día conseguir la respuesta. Y es por qué», comentó Mourinho en unas palabras que dieron la vuelta al mundo. Todos se preguntaron lo mismo aquel día y una década después la respuesta está en el escrito de la Fiscalía.

Fueron los famosos «por qué» en los que denunciaba, en forma de pregunta, el escándalo arbitral que acompañaba cada año al Barcelona: «¿Por qué? ¿Por qué Obrevo, por qué Bussaca, por qué De Becklere, por qué Stark?». Eran los árbitros que habían ido con sus decisiones ayudando al Barça todos esos años. Iba dirigido al ámbito europeo, pero daba en el clavo en lo que ahora. A todo ello le añadió una frase: «No sé si son muy simpáticos, no sé si será la publicidad de UNICEF o si es el poder Villar de UEFA». Esta última mención es clave. Villar era uno de los que más mandaba en la UEFA de Platini y a su vez quien movía todo en la Federación. De él dependía Arminio y por supuesto Negreira, la gran figura clave en todo este asunto.

Mourinho avanzó en varias ocasiones lo que ya ocurrió y ahora queda expuesto en el caso Negreira. «El Barça es feliz con Iturralde», dijo cuando le pusieron al árbitro en el clásico de 2010. Premio: gol en fuera de juego de Villa y penalti no pitado a Cristiano. Iturralde años después se vanagloriaba de que con él el Barça goleara al Madrid.

Cuando luchaba por el triplete el colegiado Teixeira Vitienes le eliminó de la Copa con un arbitraje sibilino en el que no les pitó dos claros penaltis en el Camp Nou. Aquel día fue en el que Mourinho bajó al parking para esperarle en una imagen con la que quería mostrar la gran injusticia. Ese colegiado, que tuvo otros errores flagrantes con el Barcelona, fue premiado tras ese arbitraje. Esa era una de las cosas clave que ocurrían: el Comité de Negreira iba premiando a los árbitros que se equivocaban a favor del Barça y castigaban mandándoles a la nevera a quienes fallaban a favor del Real Madrid.

Mourinho entrenó al Real Madrid desde 2010 a 2013GTRES

Mourinho no era juez ni fiscal. José era un simple entrenador que vio que luchaba contra algo más que un equipo de fútbol. Lo sufrió en sus propias carnes, lo hizo ver, lo dijo y le trataron como a un conspiranoico. Él consiguió que ese Barça de Guardiola repleto de estrellas acabara antes de lo previsto. Lo que se dio cuenta es que había cosas raras. «Espero un día conseguir la respuesta», dijo Mourinho en aquellos «por qué». Diez años después, la tiene: lo dice la Fiscalía.