El olvido de Ansu Fati, la promesa que iba a salvar a España y que ahora vive de quejas en el Barcelona
El joven extremo está viviendo una pesadilla a raíz de las lesiones, ha perdido su sitio en el Barcelona y ya no es un fijo con España
Ansu Fati (Bissau, Guinea Bissau; 2002) estaba llamado a marcar una era en el fútbol mundial, tanto en el FC Barcelona como en la selección española. De hecho, cuando debutó con el conjunto azulgrana dejó unas sensaciones de lo más esperanzadoras y con el combinado nacional tampoco se quedó corto.
Ansu Fati nunca olvidará el 26 de agosto de 2019. Llevaba más de siete años en Can Barça y en esa cálida noche del verano sevillano, concretamente en el Benito Villamarín y ante el Betis ¡, el hispano-guineano debutó con el dorsal '31' con el FC Barcelona y fue el segundo jugador más joven en estrenarse con el conjunto culé. Fati tenía 16 años y 300 días. Para encontrar al primero hay que retroceder mucho en el tiempo, concretamente a la temporada 1941-42. Vicenç Martínez ostenta el récord del jugador más joven de la historia del Barcelona en debutar con el primer equipo.
En las oficinas del Camp Nou eran conscientes de que tenían ante sí un diamante en bruto y estaban 100 % seguros de su potencial. En octubre de 2021 renovó hasta junio de 2027 con una cláusula de 1.000 millones. Con los azulgrana, Ansu ha disputado, hasta la fecha, un total de 65 partidos, en los que ha marcado 18 goles y ha repartido 6 asistencias. Tampoco son unas cifras brillantes, pero su impacto en el campo era demoledor, gracias a su verticalidad y pillería en el extremo izquierdo.
Bajo la protección de Leo Messi, Fati disfrutaba del fútbol en la capital catalana. Pero la abrupta salida del astro argentino desanimó al chaval, que heredó el dorsal '10' y toda la presión se le vino encima debido a la importancia que supone en Barcelona ese número. Ronaldinho, Maradona, Rivaldo, Romario son cuatro ejemplos de futbolistas que portaron el mítico dorsal. La influencia del '10' en el Barcelona es muy similar a la que tiene el dorsal '7' en el Real Madrid.
Su trayectoria en la selección española seguía los mismos pasos y Luis Enrique le hizo debutar en la UEFA Nations League ante Ucrania en Valdebebas y el exseleccionador nacional estaba ensimismado con el extremo y en todas sus convocatorias era un fijo.
El problema de las lesiones
Para destacar en el fútbol la continuidad y la confianza son fundamentales. El 8 de noviembre de 2020, Ansu Fati se rompió el menisco interno de su rodilla izquierda y su vida cambió por completo. En resumen, una de las peores lesiones que puede sufrir un futbolista.
El extremo estuvo 321 días ausente y se perdió un total de 55 partidos. Ese duro golpe le mermó psicológicamente. A Ansu le costó reaparecer y fue perdiendo protagonismo con el Barça progresivamente. Hasta tal punto que, en la presente temporada, Xavi le ha relegado al banquillo. Ansu estaba llamado a marcar una era junto con Pedri, Gavi, Araujo..., pero el fútbol tiene esa cara cruel. En resumen, si el próximo verano llega una oferta de 50 millones a las oficinas del Camp Nou, Ansu será vendido con casi total seguridad.
En clave nacional, Luis Enrique siempre confió en la vuelta de Ansu, pero el chaval estaba desmoralizado. A pesar de todo, el extremo fue convocado para el pasado Mundial de Qatar 2022, pero tan solo jugó un total de 46 minutos. Jugadores como Dani Olmo, Pablo Sarabia, Yeremy Pino, Ferrán Torres o Nico Williams le habían pasado por encima. Está por ver si Ansu vuelve a su ser, pero Luis de la Fuente ha prescindido de él en su primera convocatoria como seleccionador nacional.
Las quejas de su padre
Esta situación ha provocado que el internacional español haya desaparecido del mapa, lo que ha llevado a Bori Fati, su padre, a aparecer en escena para quejarse sobre lo que está viviendo su hijo en el Barcelona. «Cuando yo me senté a hablar con Jorge Mendes, lo primero que dice Ansu es que él no se va del Barça. Yo estoy pensando otra cosa, yo pienso qué pasa aquí. Él quiere quedarse, si es por mí me lo llevo del Barça», dijo en unas declaraciones en El Partidazo de COPE donde deja claro que su deseo es que su hijo se marche del Barcelona.