El PSG y el caos total que se repite: el equipo millonario que pita a Messi y calca fracasos cada año
Nueva guerra civil en el club propiedad de Qatar, con cada gran futbolista cuestionado, con varias derrotas y con una anarquía repetitiva
El PSG es un caos total. Otro año más el equipo de fútbol que está llamado cada temporada a ganar la Champions porque gasta dinero de forma ilimitada está eliminado a las primeras de cambio de la Copa de Europa y eso conlleva una guerra civil, una lucha de egos y unos ultras que amenazan con boicotearlo todo.
En abril otra vez el equipo propiedad de Qatar está fuera del gran sueño de la Champions, ese que se le queda siempre en octavos. El PSG va de fracaso en fracaso por Europa y siempre que es eliminado acaba resquebrajado por dentro saliendo a la luz el anarquismo que hay en la plantilla. Esto se ve especialmente cuando juegan en su estadio, el Parque de los Príncipes, donde los grupos radicales –con gran poder– cargan contra todo el que se mueve... excepto Nasser Al Khelaifi, el dueño qatarí del equipo, el que de verdad les protege.
Al Khelaifi sigue fracasando con su proyecto ultramillonario, no hay año en el que se lleve un buen golpe en Champions, pero sigue con todo el poder de un equipo que muestra a la perfección que el fútbol aún se resiste a que su devenir se decida por el dinero. Qatar mete cada año más dinero para al fin ganar la Copa de Europa, pero nunca lo consiguen. La mayoría de temporadas ni se quedan cerca. Y ni con Messi-Mbappé-Neymar, un trío de quilates, son capaces de hacer algo notorio. Los dos años que estaban estos tres jugadores juntos el PSG se eliminó en octavos.
El conjunto parisino, que además está en plena tensión con el Ayuntamiento de París por el control del Parque de los Príncipes, vive estos días una bronca que ya ha derivado en caos. Desde que cayeron ante el Bayern en Champions han perdido dos de los tres partidos que han jugado en su liga y la única victoria –ante un equipo en descenso– llegó en el último minuto de partido. En la fácil liga francesa, donde no tiene rival, solo le saca seis puntos al segundo (el Lens, con los mismos puntos que el Marsella) y en París ya empiezan a hablar de que hasta la liga se puede perder.
Más allá de resultados deportivos el asunto del PSG es que es un proyecto ultramillonario que no tiene base futbolística y que solo se ha construido por titulares, estrellas y fuegos artificiales. Y eso es ahora lo que explota. Mbappé sigue gozando del fervor de esos ultras que primero le pitaron y después le aplaudieron (cuando finalmente renovó) porque sabe bien jugar con ellos. Casi tiene más éxito Kylian fuera del campo que dentro en las últimas fechas. Cuando los radicales (que son quienes mueven al club y presionan al jeque) le critican, el delantero francés les promete su continuidad. Y hasta les promete que allí ganara la Champions, una competición de la que ni pasan de octavos.
Pitadas a Messi, muy criticado
Con Neymar lesionado (y sin aparentemente importarle mucho el caos en su equipo al estar más pendiente del póker por internet), en París el gran señalado es Messi. Las críticas son habituales. El paso del argentino por el PSG es todo un desastre: no actúa como en Barcelona, está lejos de su gran nivel y jugó con el equipo para prepararse para el Mundial. Una vez ganado el mayor torneo del fútbol con su país Messi ya lo tiene todo. Y de ahí que se le critique en exceso, tanto que cada vez que juega en su estadio la pitada es monumental. Se considera que solo se preparó para el torneo de Qatar y que en el día a día de su club está a años luz.
Solo hay una opción de que Messi siga en el PSG, con el que acaba contrato este verano. Esa pasa porque acepte una importante reducción de su ficha, una de las más altas de Europa, ya que el PSG debe bajar su masa salarial si quiere cumplir las exigentes normas de la UEFA. El club parisino sabe que no le sale rentable pagar esa cantidad a un futbolista que con ellos aún no ha marcado la distancia.
Para solucionar este caos total solo hay una opción: borrón y cuenta nueva. Y eso es lo que ahora el PSG se plantea hacer lo contrario a lo que venía haciendo. Al Khelaifi lleva un lustro respondiendo a los fracasos con fichajes millonarios o con renovaciones faraónicas. Así callaba críticas. Montaba un equipo descompensado pero con grandes figuras y alimentaba la ilusión. Cuando había un desastre volvía a hacer lo mismo. Ahora se plantea cambiar la estrategia y montar la tormenta perfecta. Según el diario Le Parisien, quieren rehacer el equipo, cambiar el modelo instaurado hasta ahora, y deshacerse de grandes estrellas. Se habla de Messi y Neymar fuera. Mbappé es intocable más ya por un asunto de orgullo del propietario qatarí.