Laporta recurre al Real Madrid para tapar sus vergüenzas: «Es el equipo del régimen»
En su primera intervención, dos meses después, por el caso Negreira, Joan Laporta ha utilizado unos folios para justificar el gran escándalo en el que está inmerso. Con ataques a la Liga y al Real Madrid y utilizando ser el símbolo de Cataluña, el presidente del Barça dice que no hay «ningún delito» porque así lo dice una investigación externa solicitada por el propio Barcelona.
Todas las explicaciones se han basado en esa investigación externa encargada a Andreu van den Eynde, abogado conocido por ser quien defendió a los políticos independistas en el juicio del 'procés'. Con unas conclusiones muy básicas, Laporta ha salido con carpetas llenas de folios.
Ahí iban 629 informes técnicos arbitrales (y 43 cds) del año 2014 a 2018 (los anteriores, porque el Barcelona pagó desde al menos 2001, no los ha sacado porque se habrían destruido) que justificarían las cantidades millonarias pagadas a los Negreira. Y cabe señalar el plural porque los informes los hacía el hijo y no el padre, que era el vicepresidente del Comité de Árbitros y era el que cobraba. «El principal prestador de los servicios era el hijo de Negreira», ha reconocido Laporta.
«El FC Barcelona no ha cometido ningún delito. El caso Negreira no es ningún delito de corrupción deportiva. Se prestaban unos servicios, que estaban documentados, había unas facturas. Había unos pagos vía transferencia bancaria. Habían pasado las revisiones fiscales. Queda claro que con estos servicios no hay delito», ha repetido el presidente culé. el argumento para que no haya delito son esas carpetas llenas de folios.
Ataque al Real Madrid
Lo más llamativo ha sido el ataque que ha hecho al Real Madrid en su comparecencia, club al que ha acusado de ser «el equipo del régimen» para defenderse del escándalo en el que está inmerso. «Todos sabrán que ha sido el favorito arbitral históricamente y también en la actualidad. Siempre se ha visto favorecido por los árbitros. Se ha considerado el equipo del régimen por su proximidad al poder político y económico», ha dicho al recordar que el Real Madrid se personó en la causa.
«Durante siete décadas la mayoría de los presidentes del Comité de Árbitros han sido de forma ininterrumpida o ex socios del Real Madrid o ex jugadores del Real Madrid o ex directivos del Real Madrid. Durante 70 años las personas que han designado a quienes tenían que impartir justicia eran estas personas. Que este club se persone y se sienta perjudicado deportivamente en el mejor periodo del FC Barcelona me parece un ejercicio de cinismo sin precedentes. Al menos en el juicio se les podrá desenmascarar», ha añadido Laporta.
«Destruir» al símbolo de Cataluña
No solo es el Real Madrid. El caso Negreira para Laporta también es un ataque al Barça por ser un símbolo de Cataluña. Y es que ha apelado a lo que representa el Barcelona en Cataluña para también ver ahí una mano negra.
«Los hostigadores quieren reconducir un caso de inexistencia de compra de árbitros o de influencia de árbitros con un caso que perjudique la reputación del Barcelona y de pasada destruir uno de los identitarios más potentes de Cataluña que es el FC Barcelona», ha dicho. Para Laporta «hay esferas de poder que no soportan que el Barça represente una catalanidad abierta al mundo».
En una larga comparecencia, Laporta ha hecho de forma más institucional lo que ha venido haciendo desde que se destapó el escándalo. Dice que es una «campaña de desprestigio, informaciones difamatorias que nada tienen que ver con la realidad» y añade que «cuando ganamos lo celebramos juntos y cuando perdemos no buscamos excusa. Esto es el deporte y así se explica el Barça».
En realidad la única diferencia de lo dicho por Laporta en estas últimas semanas y lo de este lunes es sacar unos folios que demostrarían que sí hubo informes técnicos y arbitrales, argumento que utiliza el Barça para explicar los pagos millonarios a todo un vicepresidente del Comité de Árbitros.
«Con rotundidad: el Barcelona no ha realizado nunca ninguna actuación que tenga como finalidad o como intención alterar la competición a fin de obtener una ventaja deportiva», ha dicho Laporta repitiendo en varias ocasiones esta frase con la intención de que quedara claro el mensaje. Eso es precisamente lo que denuncia la Fiscalía que hizo el Barcelona con los pagos a Negreira.
El presidente del Barça ha dicho que «lo hicimos con claridad y transparencia» y ha asegurado que todo «está reflejado en facturas que se han pagado por transferencias bancarias que han pasado las revisiones fiscales pertinentes. En mi mandato jamás ha habido intención de ocultar algo. Quedaron reflejadas en la contabilidad del club».
Incluso ha deslizado también la idea de que el Barça es una víctima porque «si se diese el caso de que personas físicas o una entidad privada externa al club, que no al FC Barcelona, se han aprovechado de este contexto para tener conductas irregulares» ellos serian «víctimas». «Somos los primeros interesados en investigar el club hasta el final», ha añadido
Las conclusiones a esa investigación externa, todas muy básicas, es que «no se identifican relevancia penal vinculadas con la corrupción deportiva ni afectación al fair play de la competición», que los «servicios de asesoramiento que son habituales en el deporte profesional» y que «hay evidencias de la prestación de esos servicios».
El Barça dice Laporta que ha sido «sometido a un linchamiento» y se le «ha condenado antes de que haya sido juzgado»: «Este linchamiento sin juicio no es algo al azar, nos estamos jugando el buen nombre del club, el nombre del colectivo arbitral, la credibilidad del mundo del fútbol. Ha habido de forma inexplicable a base de hacer declaraciones han mostrado una gran irresponsabilidad».
Se refiere a Tebas, al que ha señalado directamente: «Ha tenido una actuación irresponsable, poco prudente y de una falta de profesionalidad evidente. Le pido que deje de alimentar esta polémica, está denigrando la competición».
En toda una comparecencia en catalán, el presidente azulgrana solo ha utilizado el español para pedir a los barcelonistas «que estemos al lado del club, que apoyemos a los nuestros» y que «no nos desestabilicen».