El Real Madrid abre sus jornadas de reflexión: ¿y ahora qué?
La historia de los grandes clubes se escribe con etapas gloriosas que deben cerrarse para realizar el cambio y volver a tener otra etapa gloriosa. El equipo que más sabe de hazañas legendarias que acaban con revoluciones de plantilla para volver a hacer nuevas gestas es el Real Madrid.
Y ahora toca hacer la renovación del plantel que más éxitos ha dado a una entidad que labró su fama mundial con las cinco Copas de Europa consecutivas levantadas por el liderazgo de Di Stéfano, Gento, Puskas, Rial, Muñoz y Marquitos. Medio siglo más tarde, el grupo encabezado por Benzema, Modric y Kroos ha ofrecido una década prodigiosa en la que ha conquistado cinco Champions, cinco Mundiales de Clubes, cuatro Supercopas de Europa, tres Ligas, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas de España.
La derrota en Manchester ha cerrado esta era de éxitos. El francés tiene 35 años, el croata suma 37 y el alemán, 32. Los tres ya no rinden como antaño cuando se enfrentan a los grandes rivales continentales. Su condición física y especialmente su recuperación no les permite funcionar ya al máximo nivel cuando hay partidos importantes cada tres fechas. Los tres han convivido con Ancelotti en la primera etapa del italiano y en la segunda. Es la hora del relevo pausado, tranquilo.
El entrenador tiene contrato hasta 2024 y el presidente de la marca Real Madrid confirmó su continuidad cuando celebró la Copa del Rey en Sevilla. La empresa madridista entra en una extensa jornada de reflexión. El quid de la cuestión es si Carlo es el técnico adecuado para realizar el relevo de tres hombres que han sido claves en sus victorias.
Obligado a hacer el duro relevo
La dirección deportiva de la casa blanca analizará en las próximas tres semanas la situación del grupo y partirá de una premisa muy clara: el entrenador del futuro tiene que ser valiente y realizar el cambio necesario.
El responsable de la plantilla de la próxima temporada deberá regular los partidos de Benzema, de Modric y de Kroos y decirles desde el primer día de julio que ya no son intocables y que serán relevados cuando sea menester. Hablando en plata: el preparador tendrá que exponer a los tres veteranos que tendrán competencia por el puesto. ¿Ancelotti lo hará? ¿Los tres veteranos lo aceptarán? Esas son las claves.
La plantilla quiere a Carlo
La mayoría de los profesionales de la plantilla desean la continuidad de Ancelotti. Pero ese no es un dato demasiado válido porque quienes juegan siempre desean que siga el jefe con el que tienen más minutos. El punto fundamental es que el equipo necesita una renovación y habrá fichajes que moverán la silla a varios titulares.
Carlo Ancelotti no es proclive a los cambios y ha sido siempre su hijo Davide el que ha exigido las rotaciones y los relevos tempranos en los segundos tiempos, mientras su padre esperaba hasta los 80 minutos de cada encuentro para sentar a las vacas sagradas sin que le hicieran gestos.
Vienen refuerzos jóvenes
La revolución pendiente exigirá a Carlo Ancelotti, si desea quedarse para ejecutarla, sentar a los titulares habituales y hacer muchas más rotaciones en cada partido. Y antes, no en el tramo final.
Vienen refuerzos. Todos jóvenes. Florentino Pérez siempre quiere fichar a jugadores que tengan una década por delante para consagrarse y triunfar. Ya no ficha a veteranos, salvo que vengan libres como Rüdiger y Alaba. Si paga traspasos será siempre por promesas que pueden convertirse en figuras. Vinicius, Rodrygo, Camavinga y Endrick son los ejemplos más recientes.
Laterales, Bellingham y un punta
La lista de objetivos para llevar a cabo la renovación es nutrida. Fran García, recuperado del Rayo Vallecano por cinco millones de euros, es la primera adquisición de la próxima campaña con el fin de potenciar el lateral izquierdo, una posición en la también se puja por Davies. Se negocia el fichaje de Bellingham para tomar precisamente el testigo de Kroos y de Modric en el mando del juego. Veiga puede ser adquirido al Celta con la condición de dejarle un año cedido. Walker y Achraf son las opciones para consolidar el lateral diestro. Y el reto más importante es solidificar la delantera.
El uruguayo Álvaro Rodríguez ascenderá al primer equipo como un nueve clásico, excelente en el fútbol aéreo. Se estudia ejecutar la opción de Brahim, aunque al final pudiera ser traspasado de nuevo en una operación puente. Y el nigeriano Samu Chukwueze, que marcó dos goles en el Bernabéu con el Villarreal, está en la lista de intereses. Su cláusula es de 60 millones, pero si el Real Madrid ataca esta operación puede introducir a un futbolista de la casa para alcanzar un acuerdo.
Es la hora del cambio en el Real Madrid para volver a crear un equipo para otra década prodigiosa. La institución lo sabe. Lo realizó en cada década, desde la era de Di Stéfano a la de Zidane pasando por los hitos de los liderazgos en el césped de Pirri, de Santillana y de Hugo Sánchez. Hoy, Camavinga, Vinicius, Valverde, Rodrygo, Militao, Endrick, Tchouamení y Fran García son protagonistas de ese porvenir.
La dirección deportiva piensa añadir cuatro o cinco jugadores a este cambio en cuestión de dos meses. Y en la recámara quedan las guindas del pastel: Haaland y Mbappé.
El noruego del City mantiene su cláusula de 200 millones para poder ejecutarla en julio de 2024. El francés debe moverse este verano si quiere llegar algún día al Real Madrid.
Es la hora de la revolución blanca para dar más espectáculo en el nuevo estadio Santiago Bernabéu y los futbolistas saben que es el momento de fichar. Comienzan tres meses de órdago a la grande.