Es nuestro torneo: España, nación de naciones
Es la Liga de la Naciones y España es eso, nación de naciones. Iceta contó ocho e igual se dejó alguna
Perdió el futbolista, Modric o sea. Fue una pena verle derrotado: su carrera internacional mereció un título. El abrazo que le dio Nacho camino de las medallas fue el abrazo del fútbol.
Ganó un título España doce años después. Y hemos aprendido a meter penaltis. Cinco de seis y uno al larguero, o sea casi. En el Mundial no metimos uno. Cuando hay trabajo llegan los resultados...
El Mundial. Este curso jugamos dos torneos, aquél y este. Ganamos este. Supone recuperar emociones perdidas. La Copa al viento, los papelitos. Quién sabe si quizá ha cambiado el viento. A De la Fuente le dejarán tranquilo un par de meses por lo menos. Está Luis junto a Villalonga, Luis Aragonés, Del Bosque y Miera que conquistó el oro olímpico. Pues eso.
Muy bien y estaba escrito. Es la Liga de la Naciones y España es eso, nación de naciones. Iceta contó ocho e igual se dejó alguna. Ocho contra una y pequeña, Croacia: íbamos a ganar como fuera.
Otro asunto es que la cosa empezó a las nueve menos cuarto y acabó sobre las once y media. Es legal, pero no razonable tener al pueblo casi tres horas pendiente de una cosa así. Algo hay que cambiar. Fuera prórrogas y a los penaltis. O mantener la prórroga y los partidos a sesenta minutos.
El fútbol se ha igualado por abajo. Los partidos de selecciones son la mayoría así, cerrados, previsibles: va a pasar poco. La última es que España compite. Ya. Y todos. Eso significa que lo de jugar para otro día. Jugar en España juega Rodri sobre todo. Ha conquistado todos los títulos que ha disputado. ¿Balón de Oro? Pues como votan farmacéuticos y funambulistas, seguramente no.
Rodri, la bandera. Unai, talismán con sus dos penaltis y el inevitable cachondeo: el gol del triunfo, de un madridista, Carvajal. No parece mucho jugador del Madrid en la selección… El verano, Eurocopa. El líder del grupo ahora es Escocia. Otra que compite, un horror. ¡Viva España!