El Barcelona aprovecha tres despistes de la zaga del Madrid y se lleva un intenso clásico de pretemporada

Al igual que la temporada pasada, el FC Barcelona se ha llevado el clásico de pretemporada. No era un partido trascendental, pero siempre hace ilusión ganar a tu eterno rival. El Barcelona le está cogiendo el gustillo de ganar el Madrid en tierras norteamericanas, pero esto no es algo que deba alarmar al madridismo. El partido ha sido más intenso de lo normal y los de Xavi Hernández han aprovechado tres despistes en la zaga madridista para ganar por 3-0 a un flojo Real Madrid, que las tuvo de todos los colores, pero que no supo materializar a la hora de la verdad.

El ambiente en el AT&T Stadium de Dallas era espectacular. Y no era para menos. Un clásico siempre levanta pasiones, pero cuando se cruza el charco ese entusiasmo se multiplica por mil. Los dos equipos salieron con sus onces de gala y dejaron claro que no querían perder. Da igual que se trate de un partido de pretemporada. Un clásico siempre se juega al 100 %.

Los primeros minutos del encuentro tuvieron una intensidad altísima y ambos equipos optaron por llevar a cabo una circulación de balón supersónica. No había un dominador claro del encuentro y los contraataques se repetían una y otra vez.

Pasados unos minutos, de la calma se pasó a la tempestad y en el minuto 14 el Barcelona decidió dinamitar el encuentro a través de una jugada ensayada, que acabó en gol de Ousmane Dembélé. El extremo francés aprovechó un balón filtrado, en una simbiosis perfecta con Pedri, para batir a Courtois. El gol azulgrana no desmoralizó al Madrid y se fue directo a por el empate.

Cinco minutos después, en el minuto 19, el conjunto blanco aprovechó un despiste de la zaga barcelonista para encontrar un penalti por mano de Ronald Araujo. El colegiado del encuentro, el estadounidense Chapman, no dudó y le dio la oportunidad de empatar al Real Madrid. Sin embargo, Vinicius no lo pudo materializar y mandó el balón al travesaño.

El penalti fallado no desanimó al Real Madrid y se produjo un cambio de paradigma completamente distinto al del inicio del partido. El Madrid se volvió más vertical y atacó constantemente la portería de Marc-André Ter Stegen, pero el guardameta alemán no tuvo mucho trabajo y los tiros se iban algo desviados. La tensión se empezó a apoderar de los jugadores y las tanganas entraron en juego.

En el minuto 38, el Madrid tuvo una triple ocasión para empatar el encuentro, como si de una partida de pinball se tratara. El balón se estrelló dos veces en el palo. Esa fue la última acción de peligro de los pupilos de Carlo Ancelotti y se llegó al tiempo de descanso.

Igualdad propia de pretemporada

Tras el paso por vestuarios, el guion de partido se mantuvo. El Barcelona llevaba la iniciativa del encuentro y el Real Madrid esperaba para salir a la contra, tal y como le gusta jugar a Carlo Ancelotti.

El problema para el Madrid es que andada algo despistado y no estaba sabiendo contrarrestar las embestidas de los de Xavi Hernández. Pero poco a poco el Madrid fue espabilando y se volvió a acercar a la portería de Ter Stegen con bastante peligro.

El Madrid seguía llegando con demasiada facilidad al área barcelonista, pero estaba muy impreciso, algo normal en un partido de pretemporada y que en temporada regular nunca suele pasar.

Por suerte para el Madrid, el conjunto azulgrana estaba fallón y se pudo mantener con vida en el encuentro, pero el gol no llegaba. La buena noticia es que los blancos estaban trazando unas jugadas fantásticas y en algún momento el empate tenía que caer.

Estaba siendo un partido tensísimo y daba la sensación que al árbitro se le estaba yendo el partido de las manos: festival de faltas, agresividad innecesaria... Pero en el minuto 85, el Barça aprovechó otro error en la defensa madridista y anotó el 2-0 gracias a un golazo de Fermín Marín.

El segundo gol azulgrana descentró al Madrid y, acto seguido, llegó el tercer gol de Ferran Torres. Estaba claro que el Real Madrid había dado el partido por perdido y no prestó atención a los errores en las marcas.