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Miquel Iceta, en su comparecencia de urgencia tras el fallo del TAD

Miquel Iceta, en su comparecencia de urgencia tras el fallo del TADEFE

El Gobierno pide al TAD que suspenda de forma cautelar a Rubiales tras fallar su plan de inhabilitación

Miquel Iceta pone cara al fiasco del Ejecutivo en este caso: apela a un artículo de la Ley del Deporte para que al menos el propio TAD suspenda a Rubiales

El Gobierno de España pedirá al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) que suspenda a Rubiales al menos de forma cautelar (temporal) toda vez que el propio Tribunal ha dictado que lo hecho por el expresidente de la RFEF (no lo es por la FIFA) es «muy grave» y por lo tanto no se le puede inhabilitar ya, como quería y planeó el Ejecutivo.

En una declaración prácticamente de urgencia, Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, ha puesto la cara del chasco del Gobierno, que estableció una línea de actuación ante Rubiales que ha naufragado a tenor de lo dictado por el TAD.

Este Tribunal considera el beso de Rubiales como «falta grave» y el Consejo Superior de Deportes (CSD) no podrá suspenderle toda vez que para poder hacerlo necesitaba que se considerara como «falta muy grave». Como el plan del Gobierno ha saltado por los aires, ahora el Ejecutivo de la Nación lo que pide es solicitar al TAD que sean ellos quienes le suspendan.

Según Iceta, en aplicación del articulo 102 de la Ley del Deporte el CSD puede instar a suspender temporalmente a Rubiales hasta que se resuelva el expediente. «No puede hacerlo directamente el CSD, pero sí puede hacerlo el propio TAD», ha explicado el ministro. Esta es una petición prácticamente a la desesperada toda vez que el plan del Gobierno no ha sido fructífero.

Para el Gobierno de España lo hecho por Rubiales merece el calificativo de «muy graves», ya que es un «abuso de autoridad y perjuicio de nuestro futbol». Pero el TAD ha dicho que eso no es así, que lo hecho por Rubiales es únicamente «falta grave». Y con eso no se le puede inhabilitar ya.

Dice el Ejecutivo, en voz de Iceta, que «no podemos permitir que haya abuso de poder» y que «no vamos a tolerar la falta de respeto a los derechos de las mujeres».

Con esto, la realidad es que si Rubiales no ejerce ahora como presidente de la RFEF es gracias a la inhabilitación de la FIFA, quien le apartó del cargo por un periodo prorrogable de 90 días, y no por el proceso del Gobierno, que ha naufragado.

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