El increíble funcionamiento del césped retráctil del Santiago Bernabéu

El Santiago Bernabéu abrió el pasado sábado sus puertas por primera vez al jugarse el encuentro de Liga entre el Real Madrid y el Getafe. Y tras disputarse ese encuentro por primera vez se utilizó el novedoso y espectacular mecanismo con el que se guarda el césped del estadio, que se esconde bajo el subsuelo.

Allí se guarda ya el césped donde se jugarán los partidos, que no queda visible y se guarda entre encuentro y encuentro. En esa enorme zona de 120 metros de largo por 90 de ancho y 35 de profundidad es donde se hace el trabajo total respecto al césped.

Ha sido una de las obras más complicadas dentro de lo que es la obra total del Santiago Bernabéu, ya que ha requerido de equilibrios para que la tecnología funcione perfectamente en la colocación y retirada de las seis tiras de hierba. Lo que se hace es recoger el césped y volverlo a poner cuando llegue el próximo partido del Real Madrid. Se calcula que cuando esté totalmente listo tardará unas seis horas en llevar a cabo este proceso.

Con motivo del parón de selecciones que hay esta semana y la siguiente el Real Madrid avanzará en las obras del Bernabéu, prácticamente acabado, pero todavía con cosas por finalizar.

La principal novedad el pasado sábado en el primer partido de la temporada fue la cubierta retráctil. El techo –que mide 70 metros y está compuesto por 12 megacerchas que cada una pesa 50 toneladas– estuvo puesto desde el inicio del encuentro, ejemplo de la tecnología que rodea al nuevo Bernabéu.

El fondo sur a nivel de aficionados está cambiado, con la Grada de Animación en la parte más baja y con más integrantes que estos últimos años. Cabe recordar que ahí (detrás justo de la portería de ese fundo) las últimas dos temporadas había una lona, inutilizando esa parte de la grada. Con también varios asientos nuevos, de un color azul más oscuro, el Bernabéu abrió la temporada con más aforo disponible que el año pasado.