España tritura a Georgia con una espectacular goleada que allana la clasificación a la Eurocopa

España también juega al fútbol. Y vaya que si juega, hacía tiempo que no se recordaba una goleada así. Tras días en los que solo se habla de Rubiales, el balón rodó para la selección (masculina) y lo hizo de la mejor forma: goleada cómoda y brillante en Georgia (1-7) que da más aire en la fase de clasificación a la Eurocopa 2024.

Y es que cabe recordar que para jugar ese torneo –que se juega el próximo verano en Alemania– hay que clasificarse antes. Y España se había metido en un pequeño lío hace seis meses, lío que comienza a resolver (como se esperaba) tras esta fácil goleada a Georgia, un partido que sirve para tener buenas sensaciones y en el que se demuestra que estos futbolistas tenían ganas de jugar tras días pendientes de Rubiales y no del balón.

El festival de España fue total. Se gustó la selección. Fue este un partido completísimo y brillante en el que los jugadores quisieron un gol más todo el rato y con un gran acierto acabaron en seis. Y hasta se quedaron cortos. En un encuentro como si fuera de los años 80, con malas conexiones, un diluvio enorme y en un país ya prácticamente en Asia, España ha disfrutado del fútbol con una gran goleada.

Tras 20 minutos con varias ocasiones y con acercamientos muy peligrosos, el capitán Álvaro Morata dejó las cosas claras. Este era un partido para que España lo ganara fácil y él puso la primera piedra. Con un portentoso cabezazo a un perfecto pase de Asensio Morata se reivindicó en unos tiempos en los que la titularidad no la tiene asegurada en el Atlético. Pero en España, sea Luis Enrique o sea De la Fuente, es fijo.

Tras este gol vio la selección española que esto era más fácil de lo que se pensaba. Georgia tiene algún que otro jugador que destaca, pero sigue siendo una de los equipos más flojos en estas fases de clasificación que aburren más que otra cosa. Fabián Ruiz vio entonces que era su momento. Y derrochó buen fútbol.

De él llegó el 0-2, un centro al corazón del área en el que Kvirkvelia se marcó en propia al intentar sacar el balón. Era un aluvión de España, comodísima en el campo y feliz por volverse a ver. Fabián, con un gran partido, se lamentará de no irse con gol ya que justo después tuvo otra ocasión muy clara e incluso llegó a marcar, pero el VAR, por un milimétrico fuera de juego, se lo anuló.

Pero la fiesta seguía. Pocas primeras partes tan espectaculares hemos visto a esta selección en años. Los jugadores se reivindicaron en estos tiempos tan convulsos y además tenían ganas de reencontrarse. En el 38' entró Dani Olmo en el área y acabó trasladando con España su gran momento en Alemania: golazo. Y d os minutos vino otra vez Morata, que en una conexión preciosa con Fabián, marcó el cuarto. La selección fue un ciclón.

Debutó Lamine Yamal. 16 años y ya es internacional absoluto. Con diferencia el jugador más joven en debutar con España. Esperemos que no pase como Bojan, Munir, Ansu Fati o tantos otros a los que se les metió una presión enorme desde el inicio y se quedaron por el camino. El jugador del Barça pinta muy bien.

A pesar de que fueron arrollados y de que era un 0-4 Georgia se lo creyó en la segunda parte ante un gran diluvio en Tiflis. Nada más salir de vestuarios marcó Chakvetadze en un fallo de Unai Simón, al que se le escapó el balón a lo Arconada. Había aficionados en la grada que se vinieron arriba, pero la realidad es que esto era un paseo militar español.

La fiesta fue total y Morata la aprovechó marcando su tercer gol (hat-trick), Nico Williams irrumpió por banda y marcó el sexto y terminar de romper a la pobre defensa georgiana, que no sabían ni por donde venían los rivales. Y sobre todo hubo tiempo para ver a Lamine Yamal anotar (era el 1-7) el día de su estreno. Qué mejor que marcar un gol con España a los 16 años. No tienes edad para beber alcohol ni para conducir, pero sí para hacer algo que sueña todo niño: marcar un gol con la camiseta de la selección.

Y pudieron ser muchos más. La superioridad de España fue aplastante, algo que también muestra la enorme diferencia que siempre existen en estas fases de clasificación, que hay que jugarlas, hay que ir a Georgia o Chipre, pero en la que la selección española no debe pasar ningún problema porque está muy por encima.

Lo más importante: los jugadores de España tenían ganas de jugar y defender con honor la Liga de las Naciones ganada en junio. No se sienten cómodos con comunicados y casos como el de Rubiales, pero sí con un balón al lado. Y eso lo quisieron demostrar en la lejana Georgia, que queda ya como el lugar en el que España jugó uno de sus mejores partidos en los últimos años.