La RFEF despide a Andreu Camps, mano derecha de Rubiales, como parte de las exigencias de las futbolistas
Hasta ahora secretario general, estaba muy señalado por las jugadoras, que pidieron su destitución, exigencia a la que accedió la Federación en la larga reunión de madrugada
Crónica de la madrugada más tensa del fútbol español: así se consiguió un acuerdo
Cae el primero de los 'rubialistas' que las futbolistas exigieron que había que despedir en la Federación. Andreu Camps, hasta ahora secretario general y en la práctica el número 2 de Luis Rubiales, ha sido destituido este miércoles.
Este despido forma parte de las exigencias de las jugadoras, que pidieron una reestructuración en la secretaría general que pasaba por el adiós de Camps, hombre muy fiel a Rubiales, clave en el engranaje de la Federación del anterior presidente. Camps siguió con Rocha estos días, pero la Federación le despide ahora como parte de las medidas acordadas en la larguísima reunión de la última madrugada.
Las jugadoras exigieron que rodaran cabezas en la Federación para llegar a una paz y jugar los dos próximos partidos (el viernes ante Suecia, el próximo martes contra Suiza en Córdoba) y la primera ha llegado. El Debate ya avanzó hace unos días que Andreu Camps era al que las futbolistas más señalaban dentro del proceso de venganza que querían tener con los 'rubialistas'.
Camps y Rubiales eran uña y carne y en la práctica el número dos en la Federación. Su cargo oficial era secretario general, pero su poder se trasladaba a todos los lados de la Federación. El mandato de cinco años de Rubiales no se entiende sin Camps. Y por eso las futbolistas le querían fuera sí o sí. Y la Federación le destituye por esta razón, porque es una exigencia de las jugadoras.
La secretaría general –que depende directamente de presidencia, por lo que el despido es competencia única de Pedro Rocha– como tal se queda vacante y sus funciones serán asumidas de forma interina por Elvira Andrés (actual jefe de gabinete del presidente Pedro Rocha) y Alfredo Olivares (actual director de competiciones) hasta la finalización del proceso electoral.
Si bien este es un movimiento decisivo por la gran importancia de control que tenía Camps sobre el funcionamiento de la RFEF, las futbolistas piden más y más. Se espera que también caigan –y siempre como parte de los acuerdos a los que llegaron RFEF, CSD y futbolistas en la madrugada valenciana– el responsable de integridad Miguel García Caba y el director de márketing Rubén Rivera.
Y puede que alguno más. La Federación tiene que ir haciendo estos cambios profundos de forma inmediata si quiere al menos mantener la paz con las jugadoras en esta concentración que terminará el próximo martes.