El hermano y una amiga de Jenni Hermoso defienden que el beso no fue consentido y que la jugadora fue presionada
Ambos han declarado este lunes ante la Audiencia Nacional, donde también han escuchado a dos peritos que han ratificado el informe aportado por la defensa de Rubiales
El hermano de Jenni Hermoso y una amiga han respaldado este lunes en sede judicial el testimonio de la jugadora de la selección femenina. Dicen, como defiende la futbolista, que el beso de Luis Rubiales en la final del Mundial «no fue consentido».
El juez de la Audiencia Nacional que investiga a Rubiales por ese beso a Hermoso ha tomado declaración este lunes a un hermano y una amiga de la jugadora, testimonios que han añadido que Jenni sufrió presiones en los días posteriores para que saliera a defender el comportamiento del ya expresidente de la Federación.
Además, también este lunes se ha escuchado a dos peritos que han ratificado el informe aportado por la defensa de Rubiales a la Audiencia Nacional. Estos, dos de ellos intérpretes en lenguaje de signos, también han ratificado ante el juez el informe que elaboraron a petición del expresidente de la RFEF sobre el momento en el que Hermoso y Rubiales intercambiaron unas palabras antes del beso.
A estas comparecencias se sumarán el jueves las del director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera; el exdirector de Integridad, Miguel García Caba; la jefa de prensa de la selección femenina de fútbol, Patricia Pérez; y la del director de la selección masculina, Albert Luque.
Cabe recordar que la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, preguntó a Rubiales por cinco personas durante el interrogatorio ante el juez celebrado en el marco de la causa que se sigue por presuntos delitos de coacciones y agresión sexual. Intenta de esta forma averiguar si esas personas habrían tratado de coaccionar a la jugadora tras el beso. El hermano y la amiga de Hermoso dicen que sí, que horas y días después de ese momento fue presionada para defender públicamente a Rubiales.
Por su parte, Rubiales negó ante el juez que se dieran coacciones hacia la jugadora y su entorno, así como que hubiera falta de consentimiento en el beso en la boca que le propinó en Sídney. El expresidente de la Federación contestó a las preguntas de todas las partes durante los cerca de 45 minutos que duró su declaración como investigado hace ya unos días.
Por orden de la Audiencia Nacional, Luis Rubiales tiene prohibido acercarse a menos de 200 metros de la jugadora, que actualmente está en México (juega en el Pachuca) tras no ser convocada para la actual concentración de la selección española.