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Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, dos expresidentes del BarcelonaEFE

Laporta reúne a todos los expresidentes del Barça ante las «embestidas y estremecimientos» que sufren

El FC Barcelona ha informado, mediante un comunicado, que en la noche del martes 24 de octubre, el día previo al enfrentamiento del equipo culé en Champions League ante el Shakhtar Donetsk, los últimos cinco presidentes del club: Joan Laporta, Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, Enric Reyna y Joan Gaspart cenaron juntos.

Tal y como informa la nota que ha emitido el propio club, «en el encuentro se analizó la actualidad barcelonista y se consensuaron posiciones, que en síntesis, derivaron en una postura en apoyo a los intereses del club, especialmente en asuntos relacionados con los ataques que el FC Barcelona ha sufrido incesantemente a lo largo de su historia y muy especialmente, en la actualidad».

Esto es una respuesta del Barcelona a lo que Laporta calificó como «una campaña feroz y sin precedentes que se aprovecha del caso Negreira», afirmando el presidente que se trata de un «madridismo sociológico que tiene como objetivo aprovecharse del caso Negreira ensuciando la imagen del club, desprestigiando todos los méritos deportivos conseguidos de la época del mejor Barça de la historia».

La idea de esta reunión de expresidentes la tuvo Sandro Rosell, quien expresó su intención de verse todos cara a cara después de que el Comisario Villarejo dijera en RAC1 que los datos para denunciar a Rosell los había proporcionado «Laporta o alguien de su círculo». Rosell, que estuvo dos años en prisión preventiva para salir absuelto de todos los cargos, no se creyó las palabras de uno de los encargados de llevar a cabo la llamada ‘Operación Cataluña’ y pidió reunirse con los expresidentes.

Posteriormente, el pasado sábado, en la Asamblea de Compromisarios que se llevó a cabo, fue Joan Gaspart quien expresó su deseo de esta reunión. Finalmente, el martes tuvo lugar este encuentro en el que los expresidentes del Barcelona buscaron juntar fuerzas para resistir ante lo que ellos consideran un ataque orquestado contra ellos.