Leo Messi, el Balón de Oro que vino de Qatar y como último gran premio a una carrera excepcional

El pasado 18 de diciembre de 2022, Leo Messi completó su carrera. La victoria ante Francia por penaltis y, por ende, la consecución del Mundial, le encumbraron en lo más alto de la historia del fútbol. Si es el mejor jugador que ha habido ya entra en la opinión de cada uno, pero su palmarés no da lugar a equívocos.

Argentina llegaba a la cita mundialista de Qatar como una de las grandes aspirantes al título, esperando recuperar la gloria mundial, ausente desde 1986. El primer partido, una derrota ante Arabia Saudí, encendió las alarmas. Ante México, en la segunda jornada, con la clasificación en el alambre y el equipo jugando realmente mal, Messi se inventó un golazo.

Fue el primero de sus golpes de genio en ese Mundial, el que permitió a Argentina recuperar la confianza en sí misma y encaminarse hacia el título. Tras eso, gol ante Australia en octavos, gol y asistencia (maravillosa, un pase imposible) contra Países Bajos en cuartos, gol y asistencia a Croacia en semifinales (con esa jugada para el recuerdo destrozando a Josko Gvardiol, el defensa más caro de la historia) y doblete contra Francia en la final.

En total, siete goles y tres asistencias en siete partidos de Mundial. A sus 35 años, los que tenía en el torneo, completó una competición de ensueño, alzando la copa del mundo. Antes se le criticaba a Messi su rendimiento en la selección, la falta de títulos. Con la Copa América de 2021 y este Mundial, ese debate también se acabó. Messi también es leyenda en el fútbol de selecciones.

A nivel de clubes, al aficionado se le queda un regusto amargo de su etapa en París. Su segunda temporada en la capital francesa fue mejor que la primera, sumando 16 goles y 16 asistencias en 32 partidos de liga, pero a nivel colectivo el PSG se quedó lejos de los objetivos. Ganaron la Ligue1 con un punto de diferencia respecto al Lens, pero en copa francesa cayeron en octavos de final.

En Champions League también cayeron en los octavos, ante el Bayern Múnich. Esa eliminatoria, donde Mbappé se perdió el partido de ida y Neymar el de vuelta, acabó con un global de 3-0 para los alemanes. El PSG fue incapaz de marcar un solo gol y, de hecho, su mejor jugador en la eliminatoria fue un defensa: Sergio Ramos.

Esa fue, presumiblemente, salvo inesperada vuelta, la última experiencia de Messi en la Champions, una contundente eliminación ante el Bayern en octavos. En siete partidos de Champions que jugó el argentino, sumó cuatro goles y cuatro asistencias.

Tras París se fue al Inter Miami, pero esos partidos ya no computan para este Balón de Oro, el octavo en su carrera, que le consolida, de acorde a este premio, como el mejor jugador de la historia, dejando atrás los cinco de Cristiano Ronaldo y los tres de Platini, Cruyff y Van Basten.

A Messi le ha sobrado el resto de la temporada, con el Mundial ya le bastó, a él y a los que juzgan los resultados del Balón de Oro. Un mes de excelencia futbolística que llevó el tercer campeonato mundial a su país y el octavo Balón de Oro a su vitrina personal, una que será muy difícil de igualar a lo largo de la historia.