De gastar el dinero de becas a un suicidio: historias de aficionados argentinos en la final de la Libertadores
La final que se disputó el pasado sábado en Río de Janeiro, que perdió Boca Juniors, dejó algunas anécdotas pero también escenas dramáticas
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En algunos casos la locura de la gente no tiene límites. Y este es el caso de la final de la Copa Libertadores que enfrentó el pasado sábado a Boca Juniors de Argentina y al Fluminense brasileño en el Estadio Maracaná en Río de Janeiro. Para muchos aficionados, este partido era un sueño y así lo hicieron ver al mundo entero.
El primer caso es de dos hinchas argentinos de Boca, un padre y un hijo, que se gastaron el dinero de las becas de estudiante del joven para comprar las entradas del partido y los billetes de avión hasta Río. «Acá estamos por él» decía el padre refiriéndose a su hijo entre lágrimas y abrazando a su hijo. «Él gano dos becas por su esfuerzo, por su estudio, y puso toda la guita para traernos acá», explicó el hincha, que agradeció a su mujer y a su hija el apoyo para ir a la final sin ellas.
A este caso se suma el de otro aficionado argentino. Un padre hincha de Boca y su hijo, hincha de River, reveló que había vendido la PlayStation de su hijo para poder acudir a Río de Janeiro. «Es gallina, que lo mire por la tele» dijo el padre.
Otro caso muy parecido fue el de un niño junto a su padre, ambos seguidores de Boca revelaron que habían vendido la Play del chico y la moto del padre para acudir a Río de Janeiro, sin ni siquiera tener entrada para el partido. «Rifé mi Play para venir acá, rifamos la moto de mi papá, y no tenemos ni entrada. Pero, mirá lo que es esto, esto es Boca, loco», sentenció el chaval señalando al resto de los aficionados.
La pasión por el fútbol de los argentinos no tiene límites. Pero en este caso se llegó a la tragedia. Después peleas en la palaya de Copacabana entre hinchas, y anécdotas de aficionados que se gastaron todos sus ahorros para ir a ver la final de la Copa Libertadores, un aficionado de Boca Juniors se suicidó después de que el conjunto argentino perdiese 2-1 la final.
Un policía de 23 años se quitó la vida con su propia pistola. Así lo contó la madre a una televisión argentina: «Era refanático de Boca, si perdía estaba mal, deprimido, se ponía triste, se daba piñas. Obvio que tienen que ganar, si no va a saltar gatillo... pero yo no pensé que se fuera a matar». La madre culpó al propio club del suicidio de su hijo: «Boca es una basura porque a mi hijo me lo mataron. Por ellos se mató mi hijo, por Boca. Yo ahora no lo tengo y no hay ningún jugador ni nadie que a mí me dé el pésame».