Lunin, el expediente X del Real Madrid

Expediente X. No hay decisión final. Todo está abierto. Andriy Lunin es una de las asignaturas pendientes del Real Madrid. La falta de partidos le ha mantenido siempre como un suplente fijo y el fichaje de Kepa fue un golpe personal para él. Pero las buenas actuaciones del ucraniano cuando ha sido titular han cambiado la percepción de futuro de la casa blanca. El guardameta demuestra en cada encuentro una seguridad que antes no enseñaba, por culpa de esa ausencia de competición. Ahora, Lunin parece que lleva jugando de titular varios años. Y abre un debate interno.

Zidane lo decía con realismo: un año en el Real Madrid es como tres en cualquier otro equipo. Lunin ha adquirido en la plantilla un poso que antes no tenía. Soportar la presión es el aspecto más difícil cuando juegas en el conjunto blanco y esa asignatura la ha aprobado el ucraniano. Cada partido que protagoniza es un examen final para él y Lunin lo lleva con una tranquilidad pasmosa. Es un punto fundamental para quienes deben determinar si le ofrecen una renovación que mejore su contrato y le convenza de la continuidad.

Sus excelentes intervenciones ante el Sporting de Braga y el Valencia le han puesto un expediente X. Salvador en ambos encuentros, parando un penalti a los portugueses y desbaratando tres ocasiones valencianistas, se abre un estudio minucioso sobre su porvenir.

La mejoría de su nivel abre una espita interna en la dirección deportiva madridista. Hay que analizar si lo acertado sería ofrecerle una renovación de confianza y con un ascenso acorde de sus emolumentos. Es el futbolista que menos dinero gana en la plantilla, menos de millón y medio por temporada.

Si el Real Madrid decide ofrecerle la renovación tendrá que ser con buenas garantías, porque sabe que el futbolista queda libre en junio y tenía pensado marcharse para disfrutar de una continuidad en otro equipo. La Premier le gusta y el Betis le pretende.

Lunin se la juega ahora en cada encuentro para ganarse esa consideración del club blanco y lo primero que debe hacer es acordar qué quiere su pareja, Anastasia Tamazova, que ha manifestado en redes sociales que si Lunin recibe una propuesta para ser titular lo más lógico es que se marchen. En el Real Madrid no gustan las declaraciones públicas que presionan y el cancerbero no debe permitir que nadie hable por él. Eficacia y discreción es el lema de la institución y la indiscreción no gusta nada.

La recuperación de Courtois, el enigma

El ucraniano hace méritos para ser valorado mucho mejor y la incógnita de la recuperación de Courtois exige meditar muy bien la postura que se tome en la casa blanca respecto a Andriy. El portero belga sufrió en el verano una grave lesión de rodilla y habrá que observar bien su regreso a la competición la próxima temporada.

El fichaje de Kepa, cedido, dejó a Lunin de nuevo en el ostracismo tras disputar las dos primeras jornadas ligueras y hacerlo muy bien. Ancelotti apostó por Kepa. Ahora, una lesión del vasco ha permitido al eterno suplente ser titular de nuevo. Y su rendimiento pone sobre la mesa una difícil situación de futuro para la dirección deportiva: renovar a Lunin o pagar traspaso por Kepa.

Las cartas están marcadas y sobre la mesa. Si el ucraniano persiste en este nivel de seguridad sería conveniente renovarle, porque es mucho más barato que pagar un traspaso por Kepa que nunca descenderá de los 40 millones.

Es una decisión peliaguda. Florentino Pérez recuperó este verano a Kepa Arrizabalaga cumpliendo así una cuenta pendiente, pues el vizcaíno hizo todo para venir hace cinco años, solo costaba 20 millones, y fue Zidane quien lo impidió. El Athletic le renovó entonces y aumentó su cláusula hasta los 80 millones. El Chelsea los pagó. Ahora pertenece al club inglés y exigirá un traspaso a quien le quiera la próxima temporada. Kepa desea quedarse en el Real Madrid.

La afición corea el nombre de Lunin

No es sencilla la elección en la cúpula madridista. Lunin se toma cada partido como un examen cum laude y sus paradas en los dos últimos compromisos le han hecho ganarse al Bernabéu.

Los seguidores madridistas han coreado su nombre y esas situaciones marcan. El aficionado le considera un jugador de la casa, lleva un lustro en ella, y le ovaciona como hizo con Nacho en otras ocasiones. Es sintomático. Dice mucho. El público confirma con sus cánticos una realidad que el Real Madrid reflexiona en su fuero interno.

El quid de la cuestión parte de una teoría. Carlo Ancelotti piensa que el segundo guardameta debe ser un veterano curtido para cubrir esa posición cuando el titular sea baja. Pero el rendimiento de Lunin y la llegada de Kepa han abierto dos vías distintas. El ucraniano es un joven de 24 años que ha evolucionado enormemente y el vizcaíno es un veterano de 29 años que no se conforma tampoco con ser suplente fijo.

Esa es la clave del expediente X. Arrizabalaga quiere quedarse para ganarse la titularidad, mientras Lunin desea jugar mucho más si renueva.

Competencia extrema

Hay una verdad empírica en esta situación: el Real Madrid ha conseguido una competencia extrema por la titularidad en la portería y eso hace mejorar tanto a Lunin como a Kepa.

Ancelotti tiene ante sí el bonito problema que destacaba siempre Molowny, el problema de elegir por exceso de oferta buena, y lo que nunca esperaban ni el Real Madrid ni el entrenador italiano es que tras la grave lesión de Courtois ahora tuvieran dolor de cabeza por elegir al guardameta titular. La competencia les hace crecer los dos y aumenta el nivel en la portería madridista. La grandeza del fútbol se mide por estas maravillosas consecuencias. Lunin o Kepa, esa es la cuestión. El enigma. El expediente X.