El declive de Robert Moreno, el exseleccionador que traicionó a Luis Enrique y que acaba en Rusia
El técnico catalán tocó la gloria como seleccionador nacional pero su trayectoria como entrenador ha caído en picado. Actualmente, entrena al FC Sochi, colista de la liga rusa
Muchos le habrán perdido la pista. Llevaba sin entrenar desde marzo de 2022. Hace más de cinco años pudo cumplir el sueño que todos los entrenadores de fútbol tienen. Tuvo el privilegio de ser seleccionador nacional, algo que no se consigue todos los días, y, después de un breve periplo en el combinado nacional, fue perdiendo protagonismo como técnico.
Estamos hablando de Robert Moreno (L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona; 1977). Y, a diferencia de muchos técnicos, no tuvo esa experiencia previa como futbolista profesional. De hecho, se metió en el mundo del fútbol de élite gracias a Luis Enrique, el exseleccionador nacional y hoy técnico del PSG.
Porque sí. Robert Moreno formó parte del staff técnico del gijonés. Fue su segundo entrenador en Roma, Vigo y en Barcelona. En su etapa en el conjunto azulgrana, Moreno consiguió ganar una Champions, dos Ligas, tres Copas del Rey, una Supercopa de España y un Mundial de Clubes. En definitiva, un palmarés envidiable.
Después de varios años de aprendizaje en clubes europeos, Moreno acompañó a Luis Enrique en la selección española. De esa forma, el de L'Hospitalet de Llobregat llegó al escalón más alto al que puede llegar un técnico en el mundo del fútbol.
Una traición a Luis Enrique
Moreno estuvo cerca de un año como segundo entrenador en la selección española. En Las Rozas aprendió lo que significaba estar en el día a día de un seleccionador nacional y, el 26 de marzo de 2019 le llegó la oportunidad de su vida. Luis Enrique se tuvo que apartar del combinado nacional por problemas personales, que acabarían derivando en el fallecimiento de Xana, su hija pequeña, y, Robert Moreno pasó a ser el seleccionador en funciones, hasta que el 19 de junio fue nombrado oficialmente tras la renuncia de Luis Enrique.
El barcelonés tan solo estuvo seis meses al frente de España. El 18 de noviembre, tras la goleada de España frente a Rumanía (5-0), Moreno conoció que no iba a seguir como seleccionador nacional. Los rumores apuntaban al regreso de Luis Enrique y eso fue exactamente lo que sucedió. Sin embargo, Moreno se desvinculó de la selección y no acompañó al gijonés en su segunda etapa.
«Voy a ponerme en el otro punto de vista: entiendo que le haga ilusión, que es la oportunidad de su vida, ha trabajado mucho y es ambicioso, que es una cualidad a valorar, pero para mí es desleal, yo no lo haría y no quiero a nadie con esas características en mi staff. La ambición desmedida no es una virtud, sino un gran defecto».
Con esas declaraciones, Luis Enrique dejó claro que Robert Moreno era un traidor al considerar que no había estado a la altura cuando su hija estaba enferma. Moreno estuvo en las buenas, pero en las malas dejó mucho que desear.
Un bajón en los banquillos
Robert Moreno dejó de ser seleccionador nacional el 18 de noviembre de 2019 y, poco más de un mes después, inició su aventura como primer entrenador del Mónaco. Por aquel entonces, el conjunto monegasco marchaba en séptima posición y, al acabar la temporada, dejó al equipo en la novena plaza. Eso no gustó al Mónaco y en julio de 2020 fue cesado.
El catalán se volvió a tomar un año sabático para desconectar del fútbol y en junio de 2021 se comprometió con el Granada. El conjunto nazarí confió en él para mantenerlo en Primera División. Sin embargo, con el paso de las jornadas, Moreno demostró no estar preparado para ser primer entrenador y volvió a ser destituido. La relación de Moreno con la prensa granadinista nunca fue buena y las salidas de tono fueron el elemento común en las ruedas de prensa.
El 6 de marzo de 2022 se fue de la ciudad de la Alhambra y, hasta este fin de semana, estuvo en el paro. El FC Sochi de la liga rusa le ha firmado para intentar sacarle de los puestos de descenso, pero viendo la deriva que lleva el conjunto ruso... se antoja complicado que Moreno haga milagros. Lo que queda de manifiesto es que, desde que se fue de la selección española, el catalán ya no es el mismo y ningún equipo importante de Europa confía en él.